El mes de diciembre comenzó con la primera visita oficial de Mohamed VI de Marruecos (60 años) fuera de su país después de cinco años. Su destino fue Abu Dabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos, donde acudió junto a ocho ministros y numerosos altos cargos para reunirse con el jefe del Estado emiratí. 

Ahí fue recibido con grandes lujos y estuvo acompañado de una pomposa comitiva real. En Abu Dabi se encontró con el Jefe Mohamed Ben Zayed Al Nahyane. Tal y como se conoció a posteriori, durante la visita conversaron sobre las relaciones históricas entre ambos países y la intención de estrechar los lazos. Una reunión que concluyó con la firma de un acuerdo innovador, renovado y sólido para impulsar la cooperación, la economía y el transporte.

Era también la primera salida del Rey tras el terremoto que asoló al país y que dejó casi 3.000 muertos en el mes de septiembre. Una visita que comenzó el 4 de diciembre y que terminó alargándose más de lo esperado: pasó de ser una visita de Estado a unas vacaciones privadas. Fue su gobierno el que comunicó la decisión de quedarse unos días más en "ese país amigo y aliado", sin concretar cuántos días iba a permanecer. 

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Mohamed VI en un acto en 2023. GTRES

Lejos de regresar a su país, el monarca ha decidido encadenar sus vacaciones en Abu Dabi con un viaje a las islas Seychelles, donde espera continuar estrechando lazos internacionales y disfrutar de unos días en el que es considerado como un paraíso. 

Tal y como ha informado excepcionalmente el medio marroquí Media 7Mohamed VI está en busca de inaugurar un nuevo capítulo de las relaciones de Marruecos con el resto del mundo. A pesar de que el monarca no viajaba de manera oficial desde hace cinco años, este ha aprovechado sus vacaciones para viajar por el mundo. En el momento del terremoto en Marruecos, se encontraba en París, donde tiene un palacio.

El rey de Marruecos, Mohamed VI. Reuters

Sin embargo, ha preferido no regresar a ninguno de los dos países por motivos de peso: en el primero, las relaciones con el país galo se han enfriado después de las discrepancias entre ambos; en el segundo, por el golpe de Estado que ocurrió en el país en agosto y que derrocó a su amigo, el presidente Ali Bongo