Nadie esperaba que este 2024 fuese a comenzar con una abdicación y con un cambio de trono en Europa. Sin embargo, la reina Margarita II de Dinamarca (83) así lo quiso y lo anunció a horas de que terminase el año. Con esta histórica decisión, Federico (55) pasaba a ser el nuevo monarca del país nórdico.
Sin coronación, pero con una proclamación seguida por más de 150.000 personas desde Copenhague, los nuevos reyes vivieron uno de los momentos más especiales de su vida rodeados de su pueblo y familiares que les esperaban tras las puertas del palacio de Christiansburg.
Al filo de las 15:00 horas de la tarde de este domingo, 14 de enero, el nuevo monarca salía al balcón desde el que pronunció su primer discurso oficial tras la proclamación. Un momento que acaparó todas las miradas y que dejó anécdotas para el recuerdo.
Sonia El Hakim, presidenta de la Asociación Española de la Comunicación No Verbal, ha analizado para EL ESPAÑOL algunos de los momentos más comentados de esta cita histórica. Si ha habido un gesto que ha acaparado toda la atención es la cobra de Mary Donaldson (51) a Federico.
Sin embargo, la experta le quita hierro al asunto y explica que se trata de un momento de desincronización: "No hay que buscar el gran motivo. Ella estaba mirando hacia dentro del palacio y no se da cuenta de que él la iba a besar". Mientras todo el mundo se fijaba en el no beso, la realidad era una muy diferente: "Hay que observar que Mary le está rodeando con el brazo, pero al estar mirando a otro lado no se da cuenta".
Tras este primer rechazo, el nuevo monarca vuelve a llamar la atención de la reina consorte: "Le atrae hacia él y hace que ella esté más atenta del beso que va a recibir. Federico tiene la iniciativa, quiere que se den ese beso en el balcón porque entiende que eso es lo que le está pidiendo la gente, pero ella tiene esa desincronización. Es algo bastante normal".
Más allá de este gesto, que va a quedar en una simple anécdota, Sonia El Hakim quiere destacar otro momento muy emotivo que protagonizaron los nuevos monarcas: "Federico toma la iniciativa en la interacción con ella, está pendiente, le coge de la mano para acercarle al borde del balcón. Hay un momento en el que tienen una mirada cómplice muy bonita con un acercamiento físico. Buscan el tacto del otro todo el rato".
Sin embargo, la polémica en la que se ha visto envuelto en los últimos meses el nuevo monarca ha empañado este día tan especial en el que la sombra de Genoveva Casanova (47) ha estado sobre Copenhague. "Aquí estamos todos con la mosca detrás de la oreja por lo que ha pasado, pero si no supiéramos nada, si no hubiéramos visto esas imágenes, podríamos estar viendo una escena muy bonita de complicidad de una pareja que está completamente compenetrada".
El rey Federico de Dinamarca vivió este día con los sentimientos a flor de piel y la emoción visible en todo momento. Solo hicieron falta unos segundos para que los ojos del nuevo monarca se llenasen de lágrimas. "Es un llanto que le permite compensar esa emoción de alegría tan intensa que siente en ese momento. Cuando sentimos una emoción con mucha intensidad, se produce un efecto que se llama el proceso oponente que lo que hace es tratar de regular esa intensidad emocional a través de una emoción contraria", comenta la experta.
Este capítulo histórico se cerró con un saludo por parte de la nueva Familia Real desde el palacio de Christiansburg. A pesar de la sorpresa que ha supuesto la abdicación para muchos, el nuevo monarca lleva preparándose para este momento desde que nació y se convirtió en heredero al trono, algo que se reflejó en el acto del domingo. El siguiente en la línea de sucesión, Christian (18), también presente, estuvo muy pendiente de su padre, sabiendo que previsiblemente será él el siguiente en pasar por eso.