La rutina del príncipe Guillermo (41 años) ha dado un giro de 180 grados. Confirmando que antepone su familia a su trabajo como heredero, el príncipe de Gales ha pausado su agenda institucional para centrarse en los suyos. Ahora, más que nunca, es el principal apoyo de su mujer, Kate Middleton (42), y sus tres hijos. Mientras tanto debe lidiar con la culpa de no poder atender la Corona cuando más lo necesitaría, pues su padre, Carlos III (75), se someterá a una cirugía en los próximos días que le obligará a estar de baja durante un periodo.
Este pasado miércoles, 17 de enero, salió a la luz que la princesa de Gales se recupera en el hospital tras someterse a una operación abdominal programada. Una delicada situación de la que apenas se conocen detalles, que la mantendrá alejada de la vida pública hasta después de Semana Santa. El príncipe Guillermo también estará al margen de cualquier acto, permaneciendo al cuidado de su mujer.
Guillermo, así, se enfrenta a un periodo desgastante, ya que estará a caballo entre Londres, donde se encuentra su mujer, y Windsor, donde vive junto a sus tres hijos. Se espera que durante dos semanas -Kate estará ingresada entre 10 y 14 días- recorra constantemente una distancia de 40 kilómetros -lo que separa el hospital de su residencia-. Este jueves lo hizo, conduciendo su propio coche.
Entre tanto trayecto, el futuro Rey de Inglaterra también deberá desplazarse hasta Lambrook School, donde estudian sus hijos, George (10), Charlotte (8) y Louis (5). Al menos, estos fueron los recorridos que hizo el heredero este pasado miércoles, 17 de enero, según informa The Sun. El mismo medio recuerda que los príncipes de Gales no tienen niñera interna, por lo que el primogénito de Carlos III tendría menos ayuda de la que se piensa.
Aunque se ha confirmado que Kate Middleton se encuentra "bien", pese a no compartirse detalles de su salud por ser un asunto de carácter privado, la situación para el príncipe Guillermo es especialmente dramática.
Sólo una hora y media después de que se hiciera público el ingreso de la princesa de Gales en el hospital, trascendió que la próxima semana el rey Carlos será intervenido por un agrandamiento de próstata que debe corregir y que lo obligará a estar ausente de su agenda durante un periodo.
La noticia habría sido inesperada, pues tal y como informan los medios locales, el Rey recibió su diagnóstico este miércoles después de una revisión que tuvo a comienzos de semana. De ser cierta esta información, hasta este 17 de enero nada hacía presagiar que estaría de baja al mismo tiempo que Kate Middleton -cuya operación ya estaba programada- y que su hijo Guillermo.
El futuro Rey de Inglaterra lidiará al mismo tiempo con la preocupación por la recuperación de su mujer, con la inquietud por la cirugía padre y con la etapa crítica que afronta la Corona tras la baja de sus pesos pesados. La Casa Real estaría en manos de Camila (75) si se mantiene al frente y no cancela su agenda para arropar a su marido durante su recuperación, o todo el trabajo recaería en la princesa Ana (73) y el príncipe Eduardo (59), hermanos del rey Carlos y únicos miembros activos de la Familia Real. Cabe recordar que ni Andrés de York (63) ni Harry (39) cumplen con funciones monárquicas
Pese a su presumible inquietud por el curso de la Corona, Guillermo ha puesto por encima el deber hacia su familia que su papel institucional. Kate es su prioridad. Pero aún más lo son George, Charlotte y Louis, quienes se enfrentan a la ausencia de su madre. La princesa de Gales ya lo dejaba claro en el comunicado que anunciaba su ingreso en el hospital.
"Agradece el interés que generará este comunicado. Espera que la gente comprenda su deseo de mantener la mayor normalidad posible para sus hijos; y su deseo de que la información médica personal siga siendo privada", decía el Palacio de Kensington en su comunicado.
El príncipe Guillermo ha pospuesto sus compromisos mientras Kate Middleton se encuentra en el hospital, pero también reducirá sus deberes públicos durante el periodo de recuperación de su mujer.