Eran las siete de la tarde, hora española, de este pasado lunes, 5 de febrero, cuando el Palacio de Buckingham anunciaba que el rey Carlos III (75 años) padece cáncer y deberá someterse a un tratamiento oncológico. Una enfermedad que le fue descubierta tras la operación de próstata a la que se sometió hace unos días.
Un duro mazazo para el seno de la Familia Real británica que acontece en un momento convulso a nivel de salud para sus miembros. No hay que olvidar que a esta dolencia se une el misterioso y hermético ingreso de Kate Middleton (42), en el mismo centro donde se intervino al monarca inglés, y el cáncer de piel contra el que lucha Sarah Ferguson (64).
Sea como fuere, lo que es un hecho es que el mes de febrero está marcado en rojo, en concreto, en el calendario vital del príncipe de Gales, Guillermo (41). Es su mes negro y horribilis. En cuestión de 365 días, el hermano de Harry de Inglaterra (39) ha visto cómo dos sucesos han zarandeado de pleno su vida personal y familiar, y han hecho peligrar su estabilidad.
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Además de por su figura clave para la institución monárquica en estos momentos -durante el proceso de recuperación de su padre el peso de la Corona recaerá, en parte, en él-, Guillermo debe recordar, en estos días, con gran pesar, el revuelo que se generó el mes de febrero de 2023. Hace justo un año, los medios británicos intentaron poner en jaque su matrimonio con Kate Middleton.
El 18 de febrero de 2023, varios medios británicos informaron de que el príncipe Guillermo y su esposa no estaban pasando por su mejor momento como matrimonio. El motivo de este supuesto tenso trance de los príncipes de Gales lo reseñaron tabloides de la talla de Daily Mail, The Mirror o The Sun: Guillermo habría sido presuntamente infiel a Kate.
No sólo esto, sino que se aseveró, sin aparente género de duda, que el hijo mayor de la malograda Diana de Gales habría celebrado el Día de San Valentín del pasado año junto a su supuesta amante. Los citados medios de comunicación se atrevieron entonces a dar nombres y apellidos, y apuntaron a Rose Hanbury, examiga de la princesa de Gales, como la tercera en discordia de este triángulo amoroso.
Siempre según la versión de la prensa de Reino Unido de entonces, el heredero al trono británico y Hanbury fueron vistos disfrutando de una cena romántica. Se apuntaló, además, esta información con las voces que sostuvieron haber escuchado a Kate Middleton expresar en una floristería que no esperaba que su marido le regalase flores por el Día de San Valentín, puesto que ya no era una tradición en la pareja. Días después, por un motivo que aún se desconoce, los citados medios eliminar taxativamente esos artículos y todo rastro de ellos.
A pesar de la evidente polémica que suscitó esta noticia -no en vano, amenazó con poner en peligro tanto la continuidad de la institución como el matrimonio de Kate y Guillermo-, el Reino Unido no se sorprendió en exceso ante este hecho, ya que precisamente desde el año 2019 se lleva especulando sobre este presunto romance.
A mediados de abril del citado unas imágenes comprometedoras del príncipe Guillermo llegaban a las redacciones de los medios británicos, y enseguida veían la luz también en las redes sociales. En ellas se podía a ver supuestamente al heredero al trono disfrutando de una desenfrenada velada en un exclusivo club nocturno junto a Rose Hanbury, hasta entonces, la mejor amiga de Kate Middleton.
Entre el humo y las luces moradas del club en el que fueron vistos se intuían besos y caricias que el hijo de Lady Di dedicaba a Rose, mientras la tomaba por la cintura. Estas fotografías revolucionaron el país y dieron la vuelta al mundo a la vez que la prensa calificó directamente al futuro rey de "infiel".
Lo que más llamó la atención de estas reveladoras imágenes fue la cercanía que mostraba la pareja. Y es que, semanas antes de conocerse estas pruebas, varios medios ya hablaban de una presunta relación extramatrimonial entre el Príncipe y la exmodelo durante el tercer embarazo de la duquesa de Cambridge, lo que puso a la opinión pública aún más en contra del nieto mayor de Isabel II.
En aquel momento, consolidados periodistas llegaron a confirmar los supuestos encuentros furtivos entre el heredero y Hanbury. Cuando estos rumores se hicieron incontrolables, Middleton evitó toda relación con Rose.
De hecho, desde los mentideros ingleses se hablaba de la existencia de "una fuerte pelea" entre ambas examigas, hasta el punto de que la esposa de Guillermo prohibió su presencia en actos reales o limitó severamente la distancia entre la aristócrata y los hoy príncipes de Gales.
En noviembre de 2023, un libro, titulado Endgame, y firmado por Omid Scobie (42), destacó algunos escándalos de la Familia Real británica, y el nombre de Hanbury ocupó varias páginas. Scobie plasmó en su obra que en marzo de 2019 el medio The Sun redactó la noticia de que Kate se había "peleado" con su "glamurosa mejor amiga", Rose, y que le habría pedido al Príncipe que la "eliminara gradualmente" de su vida.
"Es bien sabido que Kate y Rose ha tenido una pelea terrible. Solían ser cercanas, pero ese ya no es el caso", redactaba el medio. Sin embargo, según Omid, no incluyeron en la edición final, por motivos legales, otra serie de detalles. "Eso era de lo único que se podía hablar en la redacción", señaló un antiguo empleado del periódico al autor.
Subrayó Omid Scobie que fue en 2017 cuando Rose empezó a causar interés en la prensa al ser fotografiada con el príncipe Harry en el Buckingham Palace durante la visita de estado de la reina Letizia (51). Y es entonces cuando Omid comienza a analizar su controvertido papel en la Casa Real británica.
De puertas para fuera, tanto Kate como Guillermo se mostraron tranquilos, y ajenos a la baraúnda mediática. "Guillermo, de cara al público, parece sensato y confiado, a menudo hasta el punto de ser escenificado: aparece en el momento óptimo, hace las preguntas correctas y da respuestas cuidadosamente consideradas. Un carácter sereno es lo que el sistema exige al heredero al trono, especialmente después de toda la agitación", analizó Omid.
No escondió este autor que Guillermo se "puso furioso" cuando Christian Jones, jefe de prensa del Palacio de Kensington, le interpeló por esta presunta historia con Hanbury, y defendió "con vehemencia" que todo era mentira.
Hasta ahora, tanto los príncipes de Gales como la Casa Real han guardado silencio al respecto. De hecho, un día después de que se divulgara la polémica noticia, Kate Middleton y Guillermo reaparecieron en la alfombra roja de los Premios BAFTA muy sonrientes y cómplices. Lejos de mostrar distancia, se mantuvieron cercanos y muy unidos. La princesa, incluso, coqueteó con su marido, dándole una palmada en su parte trasera.
La agenda de Guillermo
Por si aquel suceso no fuese suficiente razón para definir el mes de febrero como funesto para Guillermo, ahora, en este 2024, el Príncipe ha visto cómo su padre cae enfermo. Su papel en este duro trance para el rey de Inglaterra es clave. De momento, Guillermo heredero al trono, ha retomado su agenda esta primera semana de febrero, tras la hospitalización de su mujer, Middleton.
Tal y como reza Daily Mail, será este miércoles, día 7, cuando el príncipe de Gales haga su gran aparición para realizar una investidura en el Castillo de Windsor. Esa misma noche, también se personará en la gala anual de recaudación de fondos de la London Air Ambulance. Fue visto por última vez el pasado 18 de enero.
La princesa de Gales ingresó en The Clinic London el pasado 16 de enero para someterse a una cirugía abdominal planificada, según trasladó el Palacio de Kensington.