A punto de cumplirse dos meses de la proclamación de Federico de Dinamarca (55 años) como nuevo monarca del país, su reinado está dejando muchos titulares, pero ninguno de ellos bueno. Sus primeros pasos como Rey no están contentando a todo el mundo. 

Aunque su proclamación como monarca llegó meses después de verse involucrado en las polémicas imágenes junto a Genoveva Casanova (47) que dieron la vuelta al mundo, parecía que esta nueva etapa en su vida llegaría repleta de cambios e intentando mostrar una imagen muy diferente. 

Sin embargo, por el momento nada de eso ha pasado. 50 días después de aparecer en el balcón del palacio de Christiansborg visiblemente emocionado, apenas se ha dejado ver públicamente. La pregunta que muchos se hacen es: ¿dónde está Federico de Dinamarca y cuál está siendo su papel?

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Federico de Dinamarca el día de su proclamación como nuevo rey danés. Gtres

A pesar de ser la máxima representación de la Corona danesa, Federico X ha vivido un mes de febrero muy tranquilo en comparación con el trabajo que desempeñan otros monarcas europeos. Apenas ha contado con citas en su agenda real y los actos en los que ha participado pueden contarse con los dedos de una mano, y todavía sobrarían. 

Desde su proclamación como rey, el primogénito de Margarita II de Dinamarca (82) ha asistido a cuatro actos oficiales y que, además, están muy distanciados en el tiempo. El primero, el 21 de enero, cuando la Familia Real al completo participó en un servicio religioso en la catedral de Aarhus, con el que se puso el broche de oro a los actos por su ascenso al trono. El último de ellos fue el 23 de febrero, cuando acudió a la iglesia de Holmen, en Copenhague, para participar en una misa por el segundo aniversario de la invasión de Ucrania. 

Además de estas dos citas, viajó hasta Polonia a principios de febrero como parte de su primera visita oficial como monarca al país vecino y recibió en el palacio de Amalienborg a un representante del comité olímpico internacional. Una agenda muy escasa para el papel que desempeña y que ya ha empezado a recibir las primeras críticas por parte de sus seguidores. 

Su próximo acto oficial está previsto para el 11 de marzo, día en el que el matrimonio reaparecerá por primera vez tras los actos por la proclamación. Desde el 21 de enero, los monarcas no se han dejado ver juntos, algo que ha llamado la atención y que ha vuelto a avivar los rumores sobre el momento que estarían atravesando tras la publicación de las polémicas fotografías junto a Genoveva Casanova. Dos días más tarde, el 13 de marzo, Federico volverá a presidir un evento en solitario. 

En estos dos meses de reinado, el protagonismo del primogénito de Margarita II ha sido mucho menor a lo esperado, pero no por falta de agenda. La reina Mary de Dinamarca (52) y la princesa Benedicta (79) han sido quienes han hecho frente a la mayor parte de los eventos de la Casa Real. De hecho, la hermana de la anterior reina fue quien acudió al homenaje a Constantino de Grecia celebrado en Windsor como representante de la familia. 

Los medios daneses no tardaron en señalar a Federico por su poca participación en eventos públicos, ya que desde octubre la mayor parte de ellos son de carácter privado. Precisamente, este cambio de rumbo coincide con la salida de sus fotografías en Madrid junto a la empresaria mexicana y la polémica en la que se vio involucrado durante semanas.

Fotografía oficial de Federico de Dinamarca y Mary. Gtres

Las críticas aumentaron cuando el monarca tomó la firme decisión de tomarse unas vacaciones sólo un mes después de su ascenso al trono. Ellos prefirieron no hacer pública esta decisión. Sin embargo, las banderas del palacio de Christiansborg y el de Amalienborg confirmaban la ausencia del matrimonio en la capital.

Fue el diario B.T quien pidió explicaciones a la Casa Real: "El rey Federico, la reina Mary, el príncipe heredero Christian y el resto de los hijos de la pareja real han viajado fuera del país para pasar las vacaciones de invierno". Su destino fue Verbier, una localidad de los Alpes suizos y donde el matrimonio cuenta con un lujoso chalet. 

Un viaje que no se entendió en Dinamarca, ya que venían de disfrutar de otras vacaciones en Australia, y que propició que Margarita II volviese a tomar las riendas de la monarquía en ausencia de su hijo sólo cuatro semanas después de hacer oficial su abdicación.