Diciembre de 2005. La Familia Real, entonces encabezada por los reyes Juan Carlos I (86 años) y Sofía (85), enviaba, como cada año, su tradicional christmas de Navidad a todos los españoles para desearles unas Felices Pascuas y un próspero Año Nuevo. En la imagen distribuida se veía a los soberanos, pletóricos y felices, rodeados, supuestamente, de sus siete nietos -aún no había nacido la octava y última, la infanta Sofía (16), la hija menor de Felipe (56) y Letizia (51)-.
En la tarjeta, los monarcas aparecían sentados en un sofá de color rojo en uno de los salones de Zarzuela. La Reina llevaba en sus brazos a Leonor (18). Delante de ellos y sentados -en el mismo banco en el que los niños siguieron la boda de los príncipes de Asturias; con una perspectiva distinta en cada extremo-, se podía ver, de izquierda a derecha- a Felipe Froilán (25) y Victoria Federica de Marichalar (23) y a Miguel (21), Juan Valentín (24), Irene (18) -en brazos de este último- y Pablo Nicolás Urdangarin (23).
A golpe de vista, la instantánea llamaba poderosamente la atención y fue fácil identificar, para aquellos periodistas que seguían los pasos diarios de los Borbón, que la foto no era inédita y que había ciertos gestos, sobre todo en algunos niños, que ya habían sido vistos antes. Efectivamente, la Casa Real tuvo que admitir, como este lunes, 11 de marzo, ha hecho Kate Middleton (42) con su primera polémica foto tras su operación abdominal, que la postal había sido retocada.
[Kate Middleton admite que ella misma editó su polémica foto familiar: "Pido disculpas"]
'Chrismas' de la Familia Real en 2005.
Los reyes Juan Carlos y Sofía nunca se reunieron con sus siete nietos ante la cámara del fotógrafo oficial de Zarzuela. Al ser descubiertos, alegaron que era "imposible" posar todos juntos por cuestiones de agenda. La imagen de Irene, la hija menor de los que fueran duques de Palma, coincidía exactamente con la fotografía que sus padres usaron ese mismo año 2005 como felicitación navideña.
No fue ese el único detalle de la postal que llama la atención. Las piernas del Emérito y los brazos de Victoria Federica, hija menor de la infanta Elena (60) y Jaime de Marichalar (60), no aparecen y la princesa de Asturias, Leonor de Borbón, está superpuesta en brazos de su abuela, la Reina. Los monarcas, además, iban vestidos de la misma forma que en la sesión de imágenes de presentación de Leonor, acto celebrado en noviembre de aquel año.
La foto, que fue distribuida por la Agencia EFE y publicada en la página oficial del palacio de La Zarzuela, fue difundida por la mayoría de los medios de comunicación españoles. En ningún momento se les advirtió de que fuera un montaje. Exactamente igual ha sucedido este fin de semana con una de las instantáneas más polémicas de lo que llevamos de año.
La polémica de Kate
La princesa de Gales junto a sus hijos en la imagen que ha admitido haber retocado ella misma.
Este lunes, 11 de marzo, la princesa de Gales ha pedido disculpas por la "confusión" generada después de que, según dijo, ella misma retocase una foto familiar tomada por su marido, el príncipe Guillermo (41) en el Palacio de Windsor. Se trata de la primera instantánea difundida por el Palacio de Kensington desde su operación abdominal hace casi dos meses.
La fotografía retocada ha disparado las especulaciones sobre el estado de salud de Kate, que no ha sido vista en público después de su paso por el quirófano por razones de las que no se ha informado. "Como muchos fotógrafos aficionados, experimento ocasionalmente con la edición (de fotos)", dijo Kate Middleton a través de la cuenta de los príncipes de Gales en la red social X.
"Quería expresar mis disculpas por cualquier confusión que haya causado la fotografía familiar que difundimos ayer (domingo). Espero que todo aquel que lo celebrase haya pasado un feliz Día de la Madre", continúa el breve comunicado, firmado "C", la inicial del nombre de la princesa, Catherine, que fue operada el 16 de enero.
Según fuentes de la Casa Real, Kate hizo "pequeños retoques" sobre la foto tomada originalmente por Guillermo a principios de la semana pasada en su residencia en Windsor (a unos 40 kilómetros de Londres), en la que aparece la princesa de Gales sentada al aire libre rodeada de sus tres hijos, los príncipes George (10), Charlotte (8) y Louis (5), que están de pie a los costados.