Este lunes, 8 de abril de 2024, los reyes de España, Felipe VI (56 años) y Letizia (51), han asistido a la misa funeral en memoria del malogrado empresario Fernando Gómez-Acebo, el hijo pequeño de la infanta Pilar, fallecido el pasado 1 de marzo, a los 49 años, a causa de una insuficiencia respiratoria crónica.
Se ha tratado de una asistencia sorpresiva, pues al tratarse de un acto de carácter privado no constaba en la agenda real. Una eucaristía que se ha celebrado, a las seis de la tarde, en la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas de Madrid, más conocida como Catedral Castrense.
Un último adiós al que han asistido una alta representación de la Familia del Rey, así como los reyes Eméritos, Juan Carlos I (86) y Sofía (85), y los actuales Reyes, Felipe VI y Letizia. Ha sido, pues, la primera vez que los monarcas coinciden en España con Juan Carlos I, desde que éste instalara su residencia en Abu Dabi, en agosto de 2020.
Conviene recordar que las anteriores ocasiones en que los Reyes han coincidido con el Emérito han tenido lugar fuera de España. El último reencuentro entre nuera y suegro fue en el homenaje a Constantino II en Windsor, el pasado mes de febrero.
Por tanto, esta coincidencia en Madrid entre los actuales Reyes y el Emérito adquiere una relevante connotación. Minutos antes de que el reloj marcase las seis de la tarde, Letizia y Felipe, vestidos de negro riguroso, han acude a la misa en memoria de Fernando.
Mientras que Felipe VI se ha decantado por un traje oscuro a juego con su corbata y una camisa blanca, Letizia se ha inclinado por un vestido negro que ha combinado con zapatos y bolso del mismo color, además de un broche de perlas del joyero de los Borbón.
Antes de los actuales Reyes, han hecho su aparición Juan Carlos y Sofía, acompañados por la infanta Cristina (58). El rey emérito ha llegado en el mismo coche que la reina Sofía y Cristina de Borbón, después de que lo hayan hecho la infanta Elena (60) y sus hijos, Felipe Juan Froilán (25) y Victoria Federica (23).
Sofía ha esperado a Juan Carlos I y le ha hecho un gesto para entrar juntos en la iglesia castrense. Como es habitual, el anterior jefe del Estado se ha apoyado en un bastón al bajarse del coche y se ha movido con la ayuda de su asistente.
Posteriormente, han llegado caminando agarrados del brazo desde la calle Mayor Felipe y Letizia, a quienes han esperado a la entrada del templo los cuatro hermanos del fallecido, Simoneta, Juan, Bruno y Beltrán.
El Emérito, quien ha viajado a España para asistir a la boda de José María Martínez-Almeida (48) con Teresa Urquijo (27), celebrada el pasado sábado, se ha mostrado especialmente emocionado con sus sobrinos, quienes, incluso, le han ayudado a acceder a la iglesia tras fundirse en un sentido abrazo.
Simoneta Gómez-Acebo (55), con la que Juan Carlos estuvo en el enlace del alcalde de Madrid, le ha hecho la debida reverencia a su tío, y también a la emérita Sofía. Han sido Beltrán, Bruno, Simoneta y Juan, los hermanos del difunto, los encargados de recibir a las puertas de la iglesia a los invitados.
Es la segunda ocasión en la que Felipe VI y su padre se reencuentran en público este año, después de hacerlo en el Castillo de Windsor, cerca de Londres, el pasado 27 de febrero en la misa en recuerdo de Constantino de Grecia.
Felipe VI se ha fundido en un abrazo con sus primos y también ha saludado con cariño a la viuda del fallecido, Nadia Halamandari, y al hijo de ambos. En un lateral del primer banco, se han sentado los reyes y los eméritos y en el otro, las infantas y los hijos de Elena de Borbón.
El Emérito no asistió a la capilla ardiente ni al entierro de Gómez-Acebo al encontrarse en Baréin presenciando la carrera de Fórmula 1. Felipe VI, junto a la reina Letizia, sí acudió al tanatorio y al día siguiente, ya solo, estuvo en el entierro en el cementerio de San Isidro de Madrid.
Juan Carlos se ha alojado en Madrid o en sus alrededores, aunque no ha trascendido el lugar, si bien se da por hecho de que se trata de una residencia privada al no poder pernoctar en el Palacio de la Zarzuela. En la anterior vez en la que se vieron, Felipe VI y Juan Carlos I dejaron una imagen destacada al salir de la capilla de San Jorge de Windsor.
El Emérito se apoyó del brazo de su hijo, un gesto que la Casa del Rey puntualizó que no suponía una rehabilitación institucional de don Juan Carlos, sino una muestra de cariño entre padre e hijo.
Desde que se instaló en Abu Dabi, Juan Carlos I ha hecho cuatro visitas a Madrid, la última de ellas el 20 de diciembre para la celebración del 60 cumpleaños de la infanta Elena. Entre los asistentes al funeral, oficiado por el arzobispo castrense, Juan Antonio Aznárez, ha habido otros miembros de la familia del rey, como la infanta Margarita (85), hermana de Juan Carlos I, y su esposo, Carlos Zurita (80), y sus hijos, María y Alfonso.
Otros asistentes han sido Pedro y Cristina Borbón-Dos Sicilias, Eugenia Martínez de Irujo (55), el exministro Alberto Ruiz-Gallardón (65) y el exjefe de la Casa del Rey Rafael Spottorno (79).