Así es Eduardo de Kent, el primo y mano derecha de Isabel II que abandona sus cargos militares a los 88 años
El duque, que ocupa el puesto 40 de la línea de sucesión al trono británico, ha ejercido durante cinco décadas como coronel de la Guardia Escocesa.
15 abril, 2024 18:36Este pasado domingo, 14 de abril, fue un día de cambios y baile de títulos en la Familia Real británica. Eduardo, duque de Kent (88 años), ha dado un paso atrás después de 50 años desempeñando el cargo de coronel de la Guardia Escocesa. Un tiempo en el que el primo de Isabel II fue la mano derecha de la monarca en su larga estancia en el trono.
La Reina siempre le mostró su apoyo y demostró que confiaba en él y en su desempeño. Así lo avalan las cinco décadas que permanecieron unidos por algo más fuerte que los lazos de sangre.
Actualmente, el duque de Kent ocupa el puesto número 40 en la línea de sucesión al trono. Sin embargo, siempre ha ejercido un rol mucho más importante del que señala este listado. Fue a los 22 años cuando renunció a su carrera militar a los pocos meses de empezarla y recibió este título, que ahora cede, orgulloso.
"Es un gran honor que su majestad me pida y me encomiende servir como el próximo coronel. Sin embargo, acepto con cierto grado de inquietud, ya que, sin duda, se me medirá con el formidable historial y la reputación de mi predecesor. Sólo puedo prometer que daré lo mejor de mí", añadió en el momento de su nombramiento. Y lo ha cumplido.
En estos años se ha mostrado como una figura muy cercana a la monarquía e incluso ha llegado a ejercer como Consejero de Estado cuando Isabel II viajaba al extranjero. A pesar de este rol, es uno de los miembros más desconocidos y más discretos de la Familia Real británica. De hecho, fue el primero de los Windsor en realizar un viaje oficial a China, en 1979; ha sido el responsable de promover el comercio y las exportaciones británicas en Europa, Japón, Australia y Oriente Medio; ha sido Presidente de la Comisión de Tumbas de Guerra de la Commonwealth; y ha estado comprometido con más de 140 organizaciones benéficas.
En su paso por las fuerzas armadas conoció a su mujer, Katharine Worsley, con quien se casó en 1961. Es conocida como the reclusive royal o la más aislada de la realeza, ya que tomó la decisión de huir de la escena pública: abandonó el catolicismo y el rito anglicano de la Casa Real. Durante años, además, estuvo dando clases en un colegio público de primaria. Ambos residen en uno de los apartamentos privados del palacio de Kensington, concretamente en Weren House, una de las pocas casas que hay en los terrenos del palacio.
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Tras el fallecimiento del duque de Edimburgo, fue Eduardo de Kent quien ocupó un puesto fijo como mano derecha de Isabel II: le acompañó en sus momentos de soledad y demostró su fidelidad.
En los últimos años, el primo de la monarca ha ido renunciando a algunos de los cargos que durante años le confió. Ejercía de presidente del club de tenis, organizador del torneo de Wimbledon. En los últimos años, ha sido Kate Middleton (42), quien se ha encargado de entregar los trofeos como su patrona. También presidía la Asociación de Fútbol, que ahora también preside el príncipe de Gales.
Ahora es el príncipe Eduardo (60) quien ostentará el título de coronel de la Guardia Escocesa. El hermano pequeño de Carlos III (75) ha ido acaparando cada vez más atención tras el ascenso del monarca al trono y las bajas a las que se están enfrentando la Familia Real.
"Servir como coronel de la Guardia Escocesa desde 1974, el tiempo más largo que alguien ha pasado en este cargo, ha sido un verdadero honor y siempre me llenará de gran alegría. A lo largo de estos años, he visto el trabajo de la Guardia Escocesa en tiempos de paz y de guerra", ha dicho en su despedida del cargo. Este comunicado ha sido enviado a través de las redes sociales, donde le acompaña una serie de fotos históricas de sus cinco décadas de servicios.
Nueva etapa para Eduardo
El príncipe Eduardo afronta esta nueva etapa de su vida con ilusión, pero también con críticos que cuestionan si está cualificado para este ascenso. Este planteamiento llega después del aumento de puestos de alto nivel que está asumiendo el duque de Edimburgo. Con la Familia Real cada vez más reducida, ha sido él quien ha tenido que dar un paso al frente, a pesar de demostrar siempre que prefiere vivir de manera discreta.
De hecho, esta decisión ha sido una sorpresa para muchos. Durante años, Eduardo ha estado alejado de los patrocinios militares, todo ello después de abandonar la Real Infantería de Marina en 1987 y romper así una de las tradiciones más largas de los Windsor. En este tiempo ha estado muy vinculado a las artes escénicas e incluso llegó a fundar su propia compañía que abandonó para dedicarse a su familia.