El príncipe Louis de Gales está de celebración. El hijo pequeño de Guillermo de Inglaterra (41 años) y Kate Middleton (42) cumple seis años. Este martes, 23 de abril, se presentaba como un día importante para la Familia Real. Hasta hace poco más de un mes se esperaba que esta cita supusiese la reaparición pública de su madre tras la operación y la baja con la que se estuvo especulando durante semanas.
Sin embargo, todo cambió cuando la princesa de Gales anunció el cáncer que padece y por el que se ha visto obligada a retirarse de la vida pública durante un tiempo y sin fecha, por el momento, de regreso.
Hay un gesto que se repite año tras año y que podría acercar a Kate a sus seguidores en este día: ella suele ser la encargada de realizar los retratos que se difunden de sus hijos para tener el control sobre lo que se publica de los pequeños de la familia. Una práctica habitual, que sólo se ha saltado en un par de ocasiones. Este año podría no ser ella la fotógrafa después de todo el revuelo causado por la edición de las imágenes compartidas por el Día de la Madre.
A pesar de su corta edad, el príncipe Louis ha conseguido ganarse el cariño de todos gracias a sus inocentes actos y sus comportamientos en las citas en las que ha estado presente. Es habitual verle junto a sus padres, ya sea en eventos públicos como en momentos familiares. Se conoce que Kate Middleton tiene un apodo para él muy especial, aunque se desconoce de dónde viene el significado: Lou Bugs. Durante uno de los actos por la coronación de Carlos III (75) como monarca, la princesa de Gales llamó de esta manera, públicamente, a su hijo.
Fue en el Jubileo de Platino de Isabel II, celebrado en junio de 2022, cuando le robó el protagonismo a su bisabuela para ser él el centro de todas las miradas. Sus caras, sus gestos y sus muecas, en las que se reflejaba tanto la felicidad como el hartazgo y la impaciencia, así como sus carcajadas y sus comportamientos fuera del protocolo de palacio, fueron muy comentados.
Hay ocasiones en las que sus propios padres prefieren dejarle en casa y evitar así una exposición indeseada del pequeño que, como un niño que es, no conoce todavía cuál es su papel dentro del entramado de los Windsor ni el protocolo a seguir.
De hecho, el pequeño de los Gales se ha convertido en múltiples ocasiones en el foco al que mirar. Prácticamente todas sus apariciones esconden algún detalle que observar y que traen de nuevo miles de teorías a la luz: cuando cruza los dedos, gesto infantil que puede llegar a reflejar una mentira, y por lo que se ha convertido también en noticia.
Desde muy pequeño, el príncipe Louis apunta maneras y ya ha demostrado en numerosas ocasiones cómo es su comportamiento. De hecho, Kate Middleton ha llegado a hablar públicamente de cómo es en la intimidad: "Todos los días, cuando llega a casa de la escuela, me pide que juegue en el jardín para poder desahogar su energía".
Se van a cumplir ya cuatro meses desde su última aparición pública, coincidiendo con la de sus hermanos mayores y la de su madre. Como cada 25 de diciembre, la Familia Real británica acudió a la iglesia de Sandringham, situada en Norfolk, en la que sería la última reunión de los Windsor antes de que saliesen a la luz todos los problemas de salud de sus miembros y cómo todas sus actitudes fueron juzgadas ante la falta de información.