El rey Carlos III de Inglaterra (75 años) ha realizado este lunes, 13 de mayo, una inesperada confesión durante su visita al Museo de Vuelo del Ejército en Middle Wallop, en Hampshire. El monarca, que ha asistido al acto junto a su hijo mayor, el heredero Guillermo (41), ha revelado que ha perdido el sentido del gusto a causa de su tratamiento contra el cáncer.
El Rey ha acudido a una ceremonia especial, donde le ha transferido de manera oficial a su primogénito, el príncipe Guillermo, el cargo de Coronel en Jefe del Cuerpo Aéreo del Ejército, en el centro de aviación de Middle Wallop, en el condado inglés de Hampshire.
Ha sido durante una conversación informal que ha mantenido el Rey con el veterano del ejército británico Aaron Mapplebeck cuando el marido de la reina consorte Camila (76) se ha sincerado como nunca sobre su salud.
Mapplebeck le ha confesado que también se sometió a quimioterapia el año pasado -por un cáncer testicular-, y que perdió el sentido del gusto, y el Rey le ha hecho ver que también le ha pasado a él. Conviene puntualizar que el Palacio de Buckingham aún no ha confirmado los detalles del tratamiento del Rey, y los funcionarios reales sólo han dicho hasta ahora que está siendo tratado por una forma de cáncer no revelada.
El descubrimiento de esta secuela se ha producido antes de que Carlos III haya sido recibido por una Guardia de Honor y por el Teniente General Sir Nicholas Borton, Coronel Comandante del Cuerpo Aéreo del Ejército, y antes también de reunirse con los veteranos y sus familias en la base.
Juntos, el Rey y Guillermo también han tenido la oportunidad de conocer a la tripulación aérea en servicio frente al avión. Después de la partida de Su Majestad, el marido de Kate Middleton (42) se ha embarcado en su primer compromiso con el Cuerpo Aéreo del Ejército como Coronel en Jefe, recibiendo información sobre su trabajo.
También ha tenido la oportunidad de volar en un helicóptero Apache. Lo cierto es que Guillermo ya sirvió como comandante de pelotón en The Blues and Royals, antes de completar su entrenamiento de vuelo en la Royal Air Force y trabajar como piloto de búsqueda y rescate de la RAF.
El anuncio del Palacio de Buckingham el martes pasado -el de la asistencia de Carlos III a este acto- se produjo apenas dos horas después de que el portavoz de Harry dijera que el Rey estaba demasiado ocupado para ver a su hijo menor durante su viaje al Reino Unido para celebrar el décimo aniversario de los Juegos Invictus.
El duque de Sussex estuvo en Londres durante tres días la semana pasada, pero no pudo reunirse con su padre, diciendo que esto se debía "al completo programa de Su Majestad".
¿Desaire a Harry?
La decisión del Rey de ceder este rol a Guillermo, en lugar de a su hijo menor, se percibe desde los medios como un golpe al duque de Sussex, que en 2020 se apartó como miembro activo de la monarquía británica y vive ahora en Estados Unidos con su esposa, Meghan (42), y sus dos hijos pequeños, Archie y Lilibet.
Antes de transferir el cargo a Guillermo, en una visita previa al Museo Aéreo del Ejército, el Rey ha afirmado que le produce una "gran alegría" reunirse con militares, sus familias y veteranos, y ha confesado que el acto también está "impregnado de gran tristeza", ya que él había desempeñado esas funciones durante 32 años.
"Confío en que vayan de fortaleza a fortaleza en el futuro con el príncipe de Gales como su nuevo coronel en jefe. Lo bueno es que es muy buen piloto, así que eso es alentador", ha comentado el soberano.
La gran investidura
El monarca recibió permiso de sus médicos para regresar a sus funciones públicas el mes pasado y ha estado presente en varios eventos en las últimas semanas. También se espera que Carlos realice este inminente martes, 14 de mayo, su primera gran investidura desde que le diagnosticaron cáncer.
El Rey nombrará caballero al Arzobispo de Canterbury por su papel clave en la Coronación del pasado mes de mayo, y otorgará el título de dama a la autora de bestsellers Dame Jilly Cooper.
Será la primera ceremonia de investidura que el Rey realice en cinco meses, y la última tuvo lugar el 19 de diciembre, un mes antes de su ingreso en el hospital para recibir tratamiento de próstata.