Gran día para la monarquía británica el de este viernes, 7 de junio de 2024. Hugh Grosvenor (33 años), el duque de Westminster, y Olivia Henson (31) ya son marido y mujer. Al filo de la una del mediodía -hora española-, ambos han sellado sus vidas ante los ojos de Dios y con cerca de 400 invitados como testigos de su amor.
La emoción ha sido el termómetro de este gran día. Como marca la tradición, el primero de los contrayentes en llegar a la catedral ha sido el Duque. Hugh, elegantemente vestido con un chaqué, sonriente y algo nervioso, ha protagonizado una entrada triunfal en un Land Rover Defender de color verde oscuro, acompañado de tres de sus mejores amigos.
Pasados escasos minutos de la hora del inicio del casamiento, se ha apeado en el templo la gran protagonista del día: la novia, Olivia Henson. Para la ocasión, ha elegido un vestido clásico, de manga larga y acabado en un largo velo. También la emoción se podía apreciar en sus gestos, al tiempo que ha tratado de combatir los estragos que el mal tiempo ha provocado en su velo.
Una vez convertidos en marido y mujer, Hugh y Olivia han salido del templo juntos, cómplices y enamorados. Han sellado su historia con un arrobado beso. Como es natural, todos los focos se han dirigido este día 7 de junio en el vestido de la novia. Se trata de un diseño dibujado a mano por Emma Victoria Payne, con motivos florales y bordes del velo de la tatarabuela de Olivia.
Expectación y un bolso
Hasta hoy, Hugh Grosvenor era uno de los solteros de oro de Gran Bretaña. La boda del duque, uno de los aristócratas más ricos de Inglaterra con una fortuna que asciende a los 9.900 millones de libras esterlinas, ha sido uno de los grandes acontecimientos del año.
Horas antes del 'sí, quiero', multitudes de curiosos se han agolpado a las afueras de la Catedral de Chester. Los aficionados se han estado reuniendo desde las 6 de la mañana de este viernes día 7, horas antes del inicio de la ceremonia.
Una de las grandes anécdotas de la jornada la ha protagonizado una señora que no ha dudado en desplazarse hasta las inmediaciones de la catedral. Lo más llamativo de su atuendo ha sido un bolso con la imagen de Diana de Gales estampada en él.
Hugh es padrino del hijo del príncipe Guillermo (41), el príncipe George, y del hijo del príncipe Harry (39), Archie (5). Hasta el último momento, se ha especulado con que el príncipe George acuda al casamiento y ejerza como paje real.
Conviene recordar que Guillermo tiene un rol muy especial en esta ceremonia: ha sido el acomodador de los invitados. No ha asistido, como estaba previsto, Kate Middleton (42), quien vive apartada de la agenda real para someterse a quimioterapia preventiva.
Ausencias y los invitados
Los reyes Carlos (75) y Camila (76) no han podido asistir. A pesar de haber vuelto a sus actividades públicas, el rey sigue en tratamiento contra el cáncer y estará recién llegado de la gran conmemoración del Día D.
Guillermo, cuenta Daily Mail, ha sido aclamado por los espectadores a su llegada a la catedral. Dada la presencia del heredero al trono en el evento, las precauciones de seguridad también han sido evidentes, y esta semana se vio a detectives charlando con agentes de la policía local de Cheshire afuera de la Catedral.
Se vio a perros rastreadores de la policía revisando los desagües alrededor del recinto del edificio en busca de rastros de explosivos.
Aunque no estaba anunciada su asistencia, ha sorprendido este viernes, 7 de junio, la llegada a la catedral de la princesa Eugenia (34). Acompaña de su amiga y exeditora de Vogue, Violet Henderson-Vestey, la hija de Sarah Ferguson (64) ha lucido un vestido verde oliva y un tocado color crema.
Una de las personas más elegantes del día ha sido la madre del novio, Natalia Grosvenor. La duquesa de Westminster ha llegado a la catedral de Chester luciendo un vestido rosa y un tocado del mismo color. Ha entrado a la iglesia con las tres hermanas del novio, Lady Tamara Grosvenor, Lady Viola Grosvenor y Lady Edwina Grosvenor, entre aplausos de la multitud afuera.
Rose y Guillermo, reencuentro
Renglón aparte en esta historia se merece la figura y presencia en el enlace de Rose Hanbury (40) y de su marido, David Rocksavage. Su acto de presencia es, qué duda cabe, uno de los alicientes de este enlace. No en vano, será la primera foto del matrimonio con el príncipe de Gales desde que Hanbury se viera obligada a publicar un comunicado negando que mantuviera una relación sentimental con Guillermo de Inglaterra.
100.000 flores, coro y pastel
En cuanto a las curiosidades del enlace, ha trascendido que el duque de Westminster ha pagado helados y sorbetes gratis para los habitantes de Cheshire en tres cafés locales independientes para que puedan unirse a la celebración. Además, se han plantado la asombrosa cantidad de 100.000 flores en toda la ciudad, todas pagadas por el Duque, que serán donadas a organizaciones benéficas después de la ceremonia.
No sólo esto, con la magna boda como telón de fondo, esta semana se construyó un arco floral alrededor de la enorme Puerta Oeste de la Catedral, de 1.000 años de antigüedad en el corazón de la ciudad.
En otro orden de cosas, el servicio religioso ha estado amenizado por el Coro de la Catedral de Chester, dirigido por Philip Rushforth, organista y maestro de coristas de la Catedral de Chester. Estarán acompañados por un grupo de músicos del noroeste de Inglaterra.
Antes de la boda, del ansiado 'sí, quiero', Olivia ha viajado con su padre, Rupert Henson, en un Bentley antiguo, proporcionado por Heritage Collection de Bentley Motors en Crewe. El coche fue fabricado originalmente para WO Bentley, el fundador de Bentley Motors, en 1930.
Del gran pastel de bodas que han degustado tanto los novios como los invitados, se ha conocido que ha sido elaborado por expertos y parece haberse inspirado en el espectacular evento de boda de Meghan Markle y el príncipe Harry en 2018. Se dice que el pastel tiene sabor a limón.
La anécdota de la novia
Ha sido una de las grandes anécdotas de la jornada: el más trago que el vestido le ha hecho pasar a la novia, Olivia Henson, a su llegada al templo. Debido al viento fuerte que ha reinado en Chester, la flamante esposa del duque de Westminster
Tras contraer matrimonio, los recién casados viajan a Eaton Hall, el hogar ancestral de la familia Grosvenor que cuenta con casi 11.000 acres de tierra. En este enclave, se celebrará una recepción privada por la tarde seguida de una gran fiesta por la noche.
Un inesperado incidente
A la salida del templo, una vez convertidos en marido y mujer, Hugh y Olivia han vivido un inesperado incidente. Así lo ha informado Cameron Walter en su red social X: "Han intentado interrumpir la salida de la boda del duque y la duquesa de Westminster. Entre la multitud se dispararon extintores con humo anaranjado. La policía los detuvo rápidamente. El príncipe Guillermo fue testigo de la protesta".
La historia de la catedral
Minutos antes de que comenzara el enlace, un portavoz de los contrayentes ha dicho: "Este es un día increíblemente especial para el Duque y la señorita Henson y están ansiosos por el servicio. Significa mucho para ellos casarse en la catedral de Chester, especialmente teniendo en cuenta la larga y estrecha conexión personal de la familia Grosvenor tanto con la Catedral como con la ciudad de Chester".
Y ha añadido: "La pareja también se ha sentido conmovida por los mensajes de apoyo que han recibido de toda la región y está enormemente agradecida de que la gente quiera compartir su felicidad. El Duque y la señorita Henson han puesto mucho cuidado en la planificación de la boda, poniendo su sello personal en todos los preparativos y han hecho un esfuerzo para involucrar a proveedores locales y regionales en varios aspectos del día".