Hay muchos edificios que forman parte de la historia de la Familia Real británica, pero uno de ellos destaca especialmente por los acontecimientos que han sucedido entre sus muros, el castillo de Balmoral. Ubicado en la localidad de Aberdeenshire, en las Tierras Altas de Escocia, fue el último hogar y la residencia preferida de Isabel II, quien falleció allí el 8 de septiembre de 2022.
Tras su muerte, la fortaleza cerró sus puertas para guardar el luto y no fue hasta octubre de ese año cuando volvió a permitir las visitas. Sin embargo, fue de manera parcial ya que en señal de respeto a la difunta Reina solo se podía pasear por sus jardines.
Todo ha cambiado desde este 1 de julio, cuando ha tenido lugar la esperada reapertura de Balmoral, que llega con novedades. La principal es que se podrán visitar todas las zonas del castillo, es decir, los jardines, los terrenos y sus diferentes estancias. Las entradas, que tienen un precio de 100 libras (118 euros), y 150 libras con té incluido (177 euros, al cambio), ya están totalmente agotadas.
[Así es el Castillo de Balmoral, el hogar favorito de la reina Isabel II]
Sin embargo, la más emocionante es el regreso de los tours oficiales. Se trata de una exclusiva excursión tipo safari en la que junto a un guía se recorre y explora durante dos horas, a bordo de un coche Land Rover, sus rincones más emblemáticos, disfrutando de unas vistas que hasta hace poco eran exclusivas para los royals británicos.
Se trata de un deseo del nuevo rey, Carlos III (75), que quiere sacar rentabilidad a las residencias reales de Balmoral, Buckingham y Windsor permitiendo las visitas a habitaciones hasta ahora vedadas. Un plan que además pretende acercar la monarquía al pueblo británico.
De momento, el castillo estará abierto hasta el próximo 4 de agosto, ya que sobre esa fecha Carlos y Camila se instalarán allí para disfrutar de sus vacaciones de verano. También cuando haya asuntos de Estado o recepciones reales el uso será exclusivo para la Familia Real británica y sus invitados.
Pero esta no es la única forma de descubrir Balmoral. También se puede pernoctar en los terrenos del castillo gracias a ocho casas de vacaciones ubicadas en sus alrededores. Estas cabañas se pueden alquilar tanto por separado como en conjunto, para acomodar a un grupo grande personas, las reservas se hacen como mínimo para una semana y todas ellas cuentan cocina y todo el menaje necesario.
20.000 hectáreas
Junto con Sandringham House, en Norfolk, el castillo de Balmoral es una de las dos únicas estancias que son propiedad de la Casa Real británica y no del Estado. Fue adquirida por el príncipe Alberto, marido de la reina Victoria, en el año 1852.
Cuenta con más 20.000 hectáreas de superficie entre las que se encuentran bosques, pastizales, colinas y una gran variedad de animales salvajes. Con más de 150 edificios levantados, el recinto cuenta hasta con su propia destilería de whiskey. Entre sus muros, no solo fue muy feliz Isabel II, quien viajaba ahí siempre que podía, también sus hijos y antepasados. De hecho, fue ahí donde nació Victoria Eugenia, quien se convirtió en reina de España al casarse con Alfonso XIII.
Más allá de eso, para la madre de Carlos III Balmoral era sinónimo de libertad y felicidad, ya que entre sus paredes se reencontraba con sus raíces, sus recuerdos ya que la desaparecida soberana veraneaba en él cuando era niña, acompañada de sus padres y su hermana, la princesa Margarita.
Las estancias que se podrán visitar incluyen la biblioteca, la gran sala de baile o el salón en el que la Reina se hizo su última fotografía antes de morir, cuando recibió a Liz Truss (48) que acababa de convertirse en la primera ministra británica.