El príncipe Guillermo (42 años) no deja de sorprender. En junio se convirtió en protagonista después de que se hiciese viral un vídeo en el que aparece dándolo todo durante una de las actuaciones de Taylor Swift (34) en Londres.
El heredero al trono suele guardar las composturas, pero no puede evitar que algunos de sus gestos o actos terminen en las plataformas digitales comentados por todo el mundo. Eso es, precisamente, lo que le ha vuelto a ocurrir esta semana.
Los miembros de la familia real británica están acostumbrados a circular en todo tipo de vehículos: desde carruajes hasta lujosos coches pasando por aviones privados. Sin embargo, el príncipe Guillermo ha sido pillado conduciendo un insólito vehículo: un patinete eléctrico.
Fue el pasado año cuando se conoció la noticia de que el hijo de Carlos III (75) se había hecho con uno de ellos para desplazarse por los terrenos de Windsor. Ahora se ha hecho viral un vídeo en el que aparece conduciendo el patinete por primera vez. Se le puede ver con gafas de sol y un jersey azul, recorriendo a toda velocidad la distancia que separa Adelaide Cottage, su residencia familiar, del castillo de Windsor, donde está su padre.
Según ha informado el Daily Mail, este vídeo fue tomado por una turista el pasado jueves, 4 de julio, coincidiendo, precisamente, con las elecciones generales que tuvieron lugar en Reino Unido. Un día después, el monarca se reuniría con el vencedor, Keir Starmer, en el palacio de Buckingham.
Es conocida la pasión que siente el príncipe Guillermo por el mundo del motor y las motocicletas. Pero también está muy sensibilizado con el medioambiente y el cambio climático, motivo por el que decidió adquirir este vehículo de transporte y reducir así su huella de carbono. De esta manera, ha seguido los pasos de su padre.
En Reino Unido los patinetes eléctricos están prohibidos en la vía pública, pero puede ser utilizados dentro de los recinto privados. Por tanto, es legal que el príncipe de Gales apueste por este vehículo para desplazarse en sus propiedades. Le costó algo más de 5.500 euros, pero lo utiliza para todo en el ámbito privado.
Al castillo de Windsor y Adelaide Cottage le separan poco más de un kilómetro, distancia que el príncipe consigue superar a bordo de su inseparable patinete. Es una manera perfecta para no tener que depender de nadie y poder visitar a su padre siempre que quiera en cuestión de minutos.
El matrimonio formado por Guillermo y Kate Middleton (42) ha hecho de este nuevo enclave su nuevo hogar. A esta vivienda se mudaron hace ya dos años y es aquí donde han atravesado algunos de los momentos más difíciles de su vida: el fallecimiento de la reina Isabel II y el diagnóstico de cáncer tanto de la princesa como del monarca.
Se trata de una vivienda muy sencilla y que tan solo cuenta con cuatro dormitorios. De hecho, se considera como una de las propiedades más pequeñas de todas las que tiene la Corona en su poder.