El verano ya está aquí. Con ello, es ya tradición que las Casas Reales de todos los puntos del mundo aparten su agenda a un lado durante varios días y disfruten de unas vacaciones que sirvan de desconexión para poder enfrentar los posteriores eventos con el riguroso compromiso que se les requiere. 

Si bien es cierto que muchos de ellos intentan innovar cambiando cada año sus destinos, hay otros que tienen claro qué lugares no pueden faltar en estos días de ansiado descanso. Y es que, si cada año la Familia Real española nos deleita con su tradicional posado en la isla de Mallorca, los Reyes de Países Bajos encuentran su refugio en una villa griega

Se trata de una impresionante mansión adquirida por Guillermo (57 años) y Máxima de Holanda (53) a mediados del año 2012 y cuyo valor se sitúa cerca de los cinco millones de euros. 

La finca vista desde un dron. Pinterest

El pasado 27 de abril, el rey Guillermo Alejandro de Holanda festejaba por todo lo alto la celebración de su 57 cumpleaños. Como es tradición en su país, una gran fiesta callejera a la que estaba invitado todo aquel que quisiera ocupaba todas las calles. A esta cita no pudieron faltar las princesas Amalia (20), Alexia (18) y Ariane (17). Tampoco se quiso perder el evento su máximo apoyo, la carismática reina Máxima (53) que cumplía un año más el 17 de mayo y sigue siendo la mujer de la eterna sonrisa

Hace unos días, los Reyes de Países Bajos ponían rumbo junto a sus hijas a uno de sus lugares favoritos para desconectar y pasar tiempo en familia. La villa, situada en la localidad de Kranidi, en la perifiera del Peloponeso, se ha convertido en su refugio vacacional desde que su compra hace ya más de 12 años

La adquisición de esta mansión no fue una decisión tomada a la ligera. Fue tras la boda de Tatiana Blatnik (43) y Nicolás de Grecia (54) en el año 2010, cuando la reina Máxima cayó completamente rendida ante sus pies. El príncipe Guillermo siempre había estado convencido de que la compra de la propiedad era toda una inversión. Sin embargo, no fue hasta la venta de su residencia en Mozambique cuando los Reyes de Países Bajos tomaron la decisión de comprar la vivienda. Un casa que fue comprada tan solo tres años antes y cuyo pago había sido realizado a una empresa en un paraíso fiscal

Vistas desde un lateral de la finca. Efe

Dividida en tres partes, la finca tiene una extensión total de 4.000 metros cuadrados y unas impresionantes vistas al mar Egeo. En la planta baja se encuentra una luminosa sala de estar, con cocina y baño que hacen de esta primera planta toda una vivienda independiente. La parte principal, por su parte, cuenta con una habitación de 100 metros cuadrados con jacuzzi privado. Por último, la planta más alta está compuesta por dos dormitorios extra y varios baños completamente equipados

Aunque esto no es lo más destacable. La vivienda la completan una gran piscina y un puerto privado, que permite la entrada y salida al mar y poder así disfrutar de la playa con total privacidad e intimidad. 

No todo lo que rodea a esta vivienda es de color de rosa. Guillermo y Máxima de Holanda han estado envueltos en polémicas con respecto a esta casa en más de una ocasión. La primera, por la construcción de un puerto privado aparentemente legal que privaba a los habitantes de ese privilegio. Además, ambos recibieron numerosas críticas cuando se trasladaron a la finca en 2020, en el punto más alto de la pandemia por Covid-19 y cuando estaba prohibido desplazarse entre países