El 22 de julio de 2013 nacía el llamado a ser el futuro Rey de la monarquía británica: el príncipe George, que este lunes está de celebración al cumplir 11 años. No fue hasta los siete cuando se enteró del papel que iba a tener que desempeñar en el futuro y ahora ya empieza a prepararse para él. 

Es solo un niño, pero ya es consciente de lo que supone ser el segundo en la línea de sucesión al trono británico. Estos últimos años han estado repletos de cambios para los Windsor, y junto a ellos, George ha tenido que hacer frente a las adversidades.

El nieto de Carlos III (75), siempre acompañado de sus padres, Guillermo (42 años) y Kate Middleton (42), ha sido uno de los rostros más habituales de las citas familiares. No ha estado solo, ya que se han sumado sus hermanos pequeños, la princesa Charlotte (9) y el príncipe Louis (6). En los últimos meses, no obstante, ha sido él el auténtico protagonista de la nueva generación. El primogénito de los Príncipes de Gales ha dado un paso al frente. 

Desde pequeño, la idea de sus progenitores ha sido criarle en la más estricta intimidad, aun sabiendo que esto no iba a ser una tarea fácil. Guillermo y Kate se han encargado de controlar la imagen que quieren dar de su hijo y por ello son quienes difunden las fotografías y todo el contenido que tiene que ver con su tres vástagos. De esta manera, evitan que se filtre mayor información en los medios de comunicación.

Pero este último año ha sido diferente para todos los miembros de la Familia Real británica. Los sendos diagnósticos de cáncer de Kate Middleton y el rey Carlos III han obligado a hacer cambios en la estructura de la monarquía para afrontar los compromisos de la agenda real.

Durante meses los tres hijos de los Príncipes de Gales se mantuvieron en un discreto segundo plano, evitaron aparecer públicamente e hicieron frente a toda esta situación en privado. Hasta junio, el único de los tres hermanos que había acudido a actos públicos en este 2024 había sido el príncipe George. Tuvo lugar en dos ocasiones para acompañar a su padre a partidos de fútbol, una de sus grandes pasiones. 

Un gesto inocente, pero que guarda mucho significado teniendo en cuenta la situación de la familia. El pequeño tuvo que dar un paso al frente junto a su padre para mostrar una imagen de unión y confirmar que todo, en la medida de lo posible, estaba bien.

En estas cita se pudo comprobar su evidente cambio físico en tan solo unos meses: pasó de ser un niño a tener cara de adolescente. También se mostró maduro y consciente del papel que tiene que desempeñar. 

El 15 de junio, George se unió a toda la familia en la celebración del Trooping The Colour, que supuso la reaparición de Kate Middleton; mientras que un mes después, el 14 de julio, volvió a vivir en primera persona su pasión por el fútbol. Con su padre, representó a los británicos en la final de la Eurocopa. Allí coincidió con el rey Felipe VI (56) y la infanta Sofía (17). 

Aunque cada uno de sus pasos están medidos al milímetro para evitar titulares, hay otros que son imposibles de controlar. Un libro publicado el pasado año reveló algunos de los comentarios que el pequeño royal hacía frente a sus compañeros de colegio. "Mi papá será Rey, así que es mejor que tengas cuidado", advirtió. Algo que generó numerosos comentarios en Reino Unido. 

Su futuro ya está escrito si nada cambia. Se espera que siga los pasos del príncipe Guillermo y estudie en el exclusivo colegio privado de Eton cuando cumpla los 13 años. George será dueño de su vida y quien tomará las decisiones. De hecho, medios británicos aseguran que el servicio militar no está seguro, algo que pondría en peligro una de las tradiciones de sus antepasados.