Miriam de Ungría (60 años) está viviendo un mes de julio diferente en Madrid, su ciudad natal. Hace poco más de una semana, la princesa de Bulgaria ingresaba en un centro hospitalario de la capital para ser tratada de un problema traumatológico en la muñeca derecha.
Ya recuperada de esta intervención, Miriam reapareció junto a su primogénito, Boris de Bulgaria (26) con una venda en la muñeca y muy sonriente. Y no es para menos. El legítimo heredero al trono búlgaro ha concluido sus estudios de máster en Relaciones Internacionales y Negocios en el Instituto de Empresa de Madrid.
La graduación, que tuvo lugar el pasado 19 de julio, reunió en un mismo espacio a Miriam y Beltrán (25), el hijo menor fruto de su matrimonio con Kardam de Bulgaria, que no se quisieron perder este acto académico tan importante en la carrera de su ser querido.
Se pudo ver a la princesa muy emocionada y convertida en una madre muy orgullosa de sus hijos por todos los logros que han cosechado en los últimos años. Esta graduación supone la confirmación del cambio de rumbo que Boris de Bulgaria tomó hace un tiempo.
Durante ocho años, el primogénito del difunto Kardam de Bulgaria estuvo viviendo en Londres, donde estudió la carrera de Bellas Artes. Tras concluir este grado, decidió embarcarse en una nueva aventura académica y se decantó por el mundo de la empresa. Para ello regresó a Madrid.
A pesar de este giro, Boris no ha dejado su faceta artística de lado y ha conseguido unir en un mismo proyecto sus dos pasiones. Fundó el proyecto BSCG Art, su propia compañía con la que promociona y vende sus propias y originales esculturas.
Para esta cita tan especial, Boris lució la toga y ribete al igual que el resto de sus compañeros de máster. Fue un acto muy emotivo donde tanto su madre como su hermano demostraron ser su máximo apoyo. Juntos se hicieron fotos, rieron y compartieron conversación con los allí presentes.
La princesa Miriam está disfrutando estas últimas semanas en la capital, que fue su hogar durante décadas y donde nacieron sus dos hijos. La operación mermó sus planes durante unos días, pero ahora ya se encuentra totalmente recuperada. Se tuvo que someter a la intervención por las secuelas que sigue arrastrando del grave accidente que sufrió en 2008 junto a su entonces marido y padre de sus dos hijos. De hecho, fue su hijo menor quien le acompañó en este proceso y junto a quien salió del hospital, con la mano escayolada.
La princesa Miriam enviudó de su marido en 2015 a causa de una neumonía sumada a las secuelas del accidente que ambos vivieron. A pesar del fallecimiento, conservó el título de Princesa de Tirnovo y Bulgaria. Cuando se casó en 2002 con Ghazi bin Muhammad, primo de Abdalá de Jordania, aceptó también el de princesa Ghazi. Se adaptó sin ningún tipo de problema a la corte hachemita, donde reside actualmente, aunque decidió no convertirse al islam y seguir profesando su religión, la ortodoxa.