Las vacaciones no han empezado de la mejor de las maneras para la reina Sofía (85 años), que ya se encuentra en Mallorca. La Emérita se desplazó hace unos días a Palma, en compañía de su hermana, Irene de Grecia (82) para disfrutar de unos días de desconexión. Ahora se ha conocido una triste noticia que amarga el inicio de su temporada estival.
Su tío, el príncipe Miguel de Grecia y Dinamarca, falleció este domingo, 28 de julio, en un hospital privado de Atenas a los 85 años. Tras conocerse este deceso, se espera que la reina Sofía haga un parón obligado en sus vacaciones para acudir al funeral que tendrá lugar en Grecia el próximo jueves.
Miguel de Grecia era el último nieto vivo del monarca griego Jorge I y primo del difunto Felipe de Edimburgo. Tío y sobrina tan sólo se llevan un año de diferencia, lo que les hizo mantener desde muy pequeños una buena y estrecha relación. De hecho, fuentes cercanas a la familia aseguran que se trataban como primos.
Por el momento, se desconocen los motivos de su fallecimiento ya que el portavoz de la familia helena ha rechazado hacer ningún tipo de declaración al respecto a EFE. Tan solo ha señalado que llevaba un tiempo en un estado delicado de salud.
El príncipe Miguel fue el único miembro de la realeza griega que permaneció en el país después de que Constantino I, el último rey del país, liderara un contragolpe en 1967 contra los coroneles que habían tomado el poder meses antes. A partir de 1970, publicó un gran número de obras en las que combinaba su conocimiento histórico con la narrativa. Entre sus novelas más destacadas destaca La noche del Serrallo o El rajá Borbón.
Nació en 1939 en Roma y sólo tenía un año cuando falleció su padre. A partir de ese momento sería trasladado, junto a su madre, a la ciudad portuaria de Larache, en el noroeste de Marruecos, que entonces estaba bajo el protectorado español. Después viviría en Málaga y París, donde se graduó en Ciencias Políticas.
Cuando finalizó sus estudios sirvió durante cuatro años en el ejército griego. En 1965 se casó con la pintora y escultora helena Marina Karella, por la que renunció a sus derechos dinásticos, con la que tuvo dos hijas: Alejandra y Olga. En los últimos años, el matrimonio vivió a caballo entre Atenas, París y la isla griega de Patmos, donde acudía con frecuencia la reina Sofía para visitarle.
"El ambiente en la familia siempre ha sido muy cálido y hemos estado siempre en contacto. A mis primos Constantino, Sofía e Irene, les veo con frecuencia. Pero esta familia, que era tan numerosa en el pasado, es cada vez más pequeña", aseguró en una de sus últimas entrevistas.
El príncipe siempre se caracterizó por ser una persona muy discreta y que mantenía una estrecha relación con todos los miembros de su familia, aunque prefería hacerlo de manera privada. Miguel de Grecia se convirtió en uno de los invitados fijos en las bodas de los hijos de Juan Carlos I (86) y Sofía.
También estuvo muy presenten en diferentes actos de la realeza británica. De hecho, fue uno de los presentes en el funeral del rey Constantino de Grecia que se celebró en Londres el pasado mes de febrero.