En los últimos días, el príncipe Alberto de Mónaco (66 años) se ha convertido en protagonista por su presencia en los Juegos Olímpicos de París. Como él, otros royals también han viajado hasta la capital francesa para apoyar a los miembros de los equipos de cada país.
Han sido citas donde ha habido tiempo para la conversación y los reencuentros. Tal y como se ha podido saber, el hijo de Grace Kelly ha hablado largo y tendido de sus dos hijos, Jacques y Gabriella (9), y de su pasión por el deporte. Sin embargo, no ha habido ninguna mención a sus otros dos hijos, nacidos de manera ilegitima y que no aparecen en la línea de sucesión al trono.
Jazmín Grace Grimaldi (32) y Alexandre Grimaldi (20) son los dos hijos que el príncipe tuvo en relaciones anteriores a su matrimonio con Charlène de Mónaco (46). No se supo de su existencia durante años, pero ahora han conseguido llegar hasta el punto de mantener una buena relación a pesar de todos los obstáculos que se han encontrado por el camino.
Jazmín nació fruto de la relación del príncipe con una agente inmobiliaria, Tamara Rotolo, a la que conoció durante unas vacaciones en la Costa Azul en la década de los 90. Su madre escogió ese nombre como guiño a su abuela paterna: Grace Kelly.
Su infancia no fue fácil. No conoció a su padre hasta que cumplió los 11 años, pero ahí no terminaría la guerra abierta entre sus progenitores para reconocerla como hija. Finalmente, tras años de lucha, su madre consiguió -tras una demanda- que el hijo de Raniero III se sometiera a una prueba de paternidad. Fue ahí cuando la primogénita, que entonces ya tenía 14 años, confirmase que tenía sangre azul.
Aunque han pasado casi dos décadas de aquel momento, se sigue sin conocer las cifras exactas del acuerdo económico al que llegaron por la manutención de su única hija en común. A pesar de todo, Jazmín ha mostrado siempre una gran pasión por su progenitor.
A pesar de ser una de las royals más desconocida, también ha dado entrevistas en las que dedica una multitud de cumplidos a Alberto, al que sólo ha visto en ocasiones puntuales por la distancia que les separa: ella vive en Estados Unidos y él vive en Mónaco.
Lleva años intentando hacerse un hueco en redes sociales, donde acumula más de 37.000 seguidores. Sin embargo, no consigue despegar su carrera artística y profesional, que va cambiando según la época. Antes de la pandemia, su sueño era ser cantante. De aquello no queda rastro, ya que prefirió comenzar de cero en sus redes sociales para darle un toque más profesional.
A partir de ese momento, se dio cuenta de que lo que realmente quería hacer era seguir los pasos de su abuela e intentarlo en el mundo de la interpretación. Para ello se formó y participó en algunas series, aunque sin demasiada relevancia.
Pero su vida va dando tumbos y ahora parece que vuelve a decantarse por el mundo de la música. Hace unos meses estrenó su nuevo single Blindspot, pero su carrera no consigue despegar a pesar de todos los intentos de la última década.
A pesar de tener ya 32 años, continúa recibiendo una paga trimestral de su padre, tal y como desveló el administrador de finanzas del príncipe Alberto. En total, recibe 79.000 euros cada tres meses que le permiten llevar una vida repleta de lujos. De hecho, en 2022 adquirió una lujosa mansión en Hollywood Hills, uno de los barrios más codiciados de Los Ángeles. Además, cuenta con habitación propia en el palacio monegasco. De esta manera, puede viajar a visitar a su familia siempre que quiera y sentirse una Grimaldi.