Felipe VI (56 años) se ha trasladado este lunes a París y nada más llegar a la ciudad francesa ha visitado la Villa Olímpica para saludar a voluntarios, trabajadores y deportistas del equipo olímpico español que compiten en los Juegos.
Con gafas de sol, el uniforme olímpico y su acreditación colgada al cuello, el Rey está preparado para presenciar las distintas competiciones en las que España tiene opciones de conseguir medalla. La presencia del monarca en París, que estará hasta el jueves 8 de agosto, prolonga el apoyo que la Casa Real brinda a la delegación española en estos Juegos Olímpicos de París.
Es la primera ocasión en la que Felipe VI apoya en directo a los deportistas españoles en unos Juegos Olímpicos desde que es Rey, puesto que no estuvo ni en los de Río de Janeiro -2016- ni en los de Tokio -2021-.
Felipe VI estuvo el pasado viernes 26 de julio junto a la reina Letizia (51) en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París. Tras su marcha, la princesa de Asturias, Leonor de Borbón (18), y la infanta Sofía (17) estuvieron cuatro días en París y apoyaron a diferentes deportistas españoles en su competición.
El pasado miércoles, 31 de julio, se trasladó a París la reina Letizia, que estuvo hasta la mañana del sábado 3 de agosto, día en que asistió al partido de waterpolo masculino entre España y Japón.
El único día en el que no ha habido presencia de la Familia Real en la ciudad francesa fue este pasado domingo, 4 de agosto, día marcado por la derrota del tenista Carlos Alcaraz (21) ante Novak Djokovic (37) en la final individual de tenis y la lesión de la jugadora de bádminton Carolina Marín (31) cuando estaba en puertas de conseguir su pase a la final.
Felipe VI ha viajado a París una vez que ha concluido la Copa del Rey de vela el pasado sábado en aguas de la bahía de Palma, en la que participó en las cinco jornadas al timón del Aifos de la Armada, que quedó segundo en su categoría.
Tras su regreso a España, será la reina emérita Sofía (85) la que se desplace a París para asistir a las dos últimas jornadas y a la ceremonia de clausura de la olimpiada, en cuya inauguración estuvieron los reyes. Los sucesivos viajes a París de los miembros de la Familia Real han hecho que sea uno de sus veranos más atípicos en Palma, donde no han protagonizado el tradicional posado ante los medios gráficos.
Este pasado 4 de agosto se produjo la primera imagen de los reyes de España junto a sus hijas en Mallorca. Los cuatro miembros reales salieron a cenar a un restaurante de la capital balear junto con la reina Sofía, la hermana de ésta, la princesa Irene de Grecia (82), en silla de ruedas; y la prima y amiga íntima de la Emérita, Tatitana Radziwill, acompañada ésta de su marido, Jean Henri Fruchaud.
El encuentro ha tenido lugar en el restaurante Mia, en el Portitxol, el antiguo barrio de pescadores. Un establecimiento en el que ya cenaron el pasado año, y donde la reina emérita, este pasado domingo, ha llegado del brazo de su hijo, el Rey.