Este 2024 está siendo un año de lo más convulso en la Familia Real noruega. Si a principios de año el rey Harald V de Noruega (87 años) era noticia por su ingreso en un hospital de Malasia durante un viaje de ocio, ahora ha sido el 'hijastro' de su vástago, Haakon Magnus de Noruega (50), quien ha copado todos los titulares de la crónica social.
Marius Borg Høiby (27), el hijo de la princesa Mette-Marit de Noruega (51), fue arrestado el pasado domingo 4 de agosto tras un altercado en un apartamento de Frogner, en Oslo. El joven tuvo que permanecer durante esa misma noche bajo custodia policial y actualmente se encuentra acusado de lesiones y daños corporales a su pareja.
De hecho, la policía informó que Marius sería interrogado esta semana y, según ha podido confirmar el diario noruego Aftenposten, el interrogatorio está previsto para el inminente jueves, 22 de agosto, por la mañana, en la comisaría de policía de Grønland, en Oslo.
Ahora, después de reconocer el grave incidente del que ha sido protagonista, el hijo de la princesa heredera consorte de Noruega está siendo investigado por otros dos casos vinculados con exnovias suyas, que se unen al episodio por el que fue arrestado hace dos semanas en Oslo por una supuesta agresión, tal y como ha informado la Policía.
"Podemos confirmar que la Policía le ha abierto una investigación a Høiby en dos casos distintos, en los que Juliane Snekkestad y Nora Haukland figuran como agraviadas", consta en un comunicado.
La Policía argumenta que no se han completado los interrogatorios para no revelar de qué supuesto delito se trata ni del estatus jurídico de Høiby, pero los abogados de las dos jóvenes han confirmado a medios noruegos que se trata de casos de violencia y que comenzarían una batalla judicial.
Las dos jóvenes aseguraron hace varios días en sus redes sociales que sufrieron numerosos episodios de violencia física y psicológica durante su relación con Høiby y ya han declarado ante la Policía, aunque se espera que lo vuelvan a hacer esta semana, al igual que él.
Tras semanas especulando sobre la verdadera relación entre Marius y la joven a la que presuntamente agredió, las autoridades ya confirmaron que existía una relación sentimental entre ambos. Diez días después, el miércoles 14 de agosto, el joven admitió en un comunicado los hechos, que ocurrieron bajo los efectos del alcohol y la cocaína.
"El fin de semana pasado sucedió algo que nunca debería haber sucedido. Cometí lesiones corporales y destruí objetos en un apartamento en estado de ebriedad tras haber consumido alcohol y cocaína después de una discusión. Tengo varios trastornos mentales, lo que significa que a lo largo de mi infancia y de mi vida adulta he tenido y sigo teniendo varios desafíos. He luchado contra el abuso de sustancias durante mucho tiempo, algo por lo que he estado en tratamiento en el pasado. Ahora retomaré este tratamiento y lo tomaré muy en serio", comenzaba el joven.
Marius aseguró padecer "varias dolencias psíquicas" que le han provocado "desafíos" tanto de adolescente como ahora de adulto y que durante "largo tiempo" ha tenido problemas con el alcohol, lo que hizo someterse a tratamiento, algo que va a continuar ahora, señalando que se lo va a tomar "en serio".
"El abuso del alcohol y mis diagnósticos no disculpan lo que ocurrió en el piso de Frogner la noche del sábado al domingo de hace dos fines de semana. Quiero hacerme responsable de lo que hice y explicarme de forma veraz a la policía", sentenciaba Borg en su escrito.
Tras ser puesto en libertad, el hijo de Mette-Marit se trasladó temporalmente con su madre al palacio de Skaugum, residencia de los príncipes, según pudieron confirmar tabloides noruegos.
A pesar de la magnitud del asunto, el único miembro que se ha manifestado hasta ahora con respecto al tema ha sido el príncipe heredero Haakon, esposo de Mette-Marit, quien se atrevía a calificar los hechos de "graves", sin hacer más declaraciones.
Høiby, de 27 años, es fruto de una relación anterior de Mette-Marit y no tiene compromisos oficiales con la Casa Real, aunque acude a algunas celebraciones como los cumpleaños de sus hermanastros y siempre ha tenido una relación estrecha tanto con Haakon como con los reyes Harald V y Sonia.
Mette-Marit se quedó embarazada a los 23 años de su pareja, Morten Borg, quien estuvo en la cárcel por traficar con drogas y quien decidió abandonarla en plena gestación. A partir de ese momento, la futura reina de Noruega se convirtió en madre soltera y se hizo cargo en solitario de su hijo recién llegado al mundo.