Las bodas reales se han caracterizado siempre por ser un acontecimiento histórico. Familias enteras se reúnen alrededor de los televisores de sus casas para poder asistir como un espectador más a eventos de este calibre. Ejemplos de ello son la boda de las infantas Elena (60 años) y Cristina (59) o la de Sus Majestades, los reyes Felipe VI (56) y Letizia (51). Además, en el panorama internacional, mención especial cabe las bodas de la Familia Real británica con Kate Middleton (41) y el príncipe Guillermo (41) o su hermano Harry (39) y Meghan Markle (42).
Ahora, en este nublado 31 de agosto, es el turno de Marta Luisa de Noruega (52). La primogénita de los reyes de Noruega, Harald (87) y Sonia (87), se ha dado el 'sí, quiero' con el chamán Durek Verrett. Un acontecimiento en toda regla pues, de no ser por la ley sálica en su país, la princesa sería la hereda al trono.
Un evento de tal magnitud que, como ya se pudo confirmar hace unos días, sería cubierto en una millonaria exclusiva por ¡HOLA! y la versión británica Hello!. Sin embargo, nadie esperaba que los novios llegaran hasta el punto de esconderse bajo sábanas blancas para impedir que los fotógrafos allí presentes captaran una imagen de ellos.
Al filo de las 13 horas, el novio, Durek Verrett, abandonaba el edificio del Hotel Union, situado en el fiordo de Geiranger, para desplazarse en coche hasta su jardín, donde una gran carpa blanca ha sido colocada para la ceremonia con el fin de no desvelar los looks de los novios.
El chamán dejaba el lujoso hotel en el que se han hospedado tapado con una sábana y llegaba al lugar en el que le ha dado el 'sí, quiero' a la princesa del mismo modo. Una imagen que ha dejado insólitos a los medios noruegos allí presentes.
Los encargados de la organización del afamado enlace real tenía previsto el uso de una gran sábana blanca para poder protegerlo de las cámaras y mantener su millonaria exclusiva intacta.
Antes habían desfilado por el mismo lugar, sin problemas y sin cubrirse, el príncipe Constantin y la princesa Laurentien de Holanda (58), así como Victoria (47) y Daniel de Suecia (50) y los príncipes Carlos, Felipe y Sofía, los únicos royals internacionales en acudir al enlace. La heredera sueca lucía un vestido asimétrico en tono coral, mientras su cuñada llevaba un diseño naranja y blanco.
Tras la controvertida llegada del futuro marido, era el turno de la flamante princesa Marta Luisa. En su caso, dos grandes telas blancas tapaban a la primogénita de los reyes de Noruega, siguiendo la línea de no romper su exclusiva.
Aquellos que se han dejado ver con todo lujo de detalles han sido los miembros de la familia real noruega. Tal y como varios medios afirmaron en estos últimos días, los Reyes Harald y Sonia, los herederos Haakon (51) y Mette-Marit (51) y sus hijos, Ingrid Alexandra (20) y Sverre (18) se habían negado a posar para las fotografías por las que Hello! y ¡HOLA! han pagado en exclusiva, en un gesto de respeto hacia los ciudadanos noruegos y la prensa.
A lo largo del día, la familia de los novios, sus amigos y miembros de la realeza internacional disfrutarán de la ceremonia religiosa en la que Marta Luisa y el chamán Durek se unirán en matrimonio. La boda seguirá con una gran cena de gala en las que las invitadas lucirán sus más elegantes atuendos y que tendrá lugar en el Salón Geriranger del hotel Union.