Este pasado domingo, 8 de septiembre, al filo de las 20:30 horas de la tarde, se ha producido el reencuentro de gran parte de la Familia del Rey, con motivo de la misa funeral en memoria de Juan Gómez-Acebo, primo de Felipe VI (56 años). Conviene recordar que Juan perdió la vida el pasado 12 de agosto en Palma, a los 54 años, debido a un cáncer.
Los reyes de España, Felipe y Letizia (51), los eméritos, Juan Carlos (86) y Sofía (85), y la infanta Cristina (59) han asistido al funeral, celebrado en la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas, cercana al Palacio Real, con la presencia de los tres hermanos del fallecido -Simoneta (55), Bruno (53) y Beltrán Gómez-Acebo (51)- y de otros familiares.
La cita ha tenido lugar cinco meses después de que también coincidieran los cuatro reyes en la misa fúnebre de otro de los cinco hijos de la infanta Pilar de Borbón, Fernando Gómez-Acebo, quien murió el 1 de marzo a los 49 años como consecuencia de una insuficiencia respiratoria crónica.
Entre los asistentes a la misa de este pasado domingo, han destacado Felipe Juan Froilán (26) y Victoria Federica (24), hijos de la infanta Elena (60), quien se ha ausentado al estar en París en la clausura de los Juegos Paralímpicos en su condición de presidenta de honor del Comité Paralímpico Español (CPE).
También han estado en la iglesia castrense tres de los hijos de la infanta Cristina, Pablo (23), Miguel (22) e Irene Urdangarin (19), así como la infanta Margarita (85), hermana menor del rey Juan Carlos, su esposo, Carlos Zurita, y su hija, María (48).
La princesa Leonor (18), quien ingresó el pasado 29 de agosto en la Escuela Naval de Marín (Pontevedra), no ha asistido al funeral, como tampoco la infanta Sofía (17), quien lleva también unos días en el internado de Gales (Reino Unido) donde estudia bachillerato.
Al funeral han llegado primero en una furgoneta la reina Sofía, su hija Cristina y sus hijos. Poco después, en otro vehículo, lo ha hecho Juan Carlos I, quien ha recibido la ovación de algunos de los ciudadanos que aguardaban con curiosidad los miembros de la familia del rey.
'¡Viva el rey!', le han gritado al anterior jefe del Estado, quien llegó el pasado viernes a Madrid, donde se ha alojado en un hotel de lujo en el centro de la capital. Los últimos en llegar a la iglesia han sido Felipe y Letizia, agarrados del brazo, quienes también han recibido algunos vítores.
Además de a sus primos, los Reyes han dado el pésame a la exesposa de Juan Gómez-Acebo, la estadounidense Winston H. Carney, y el hijo de ambos, Nicolás. La familia del vizconde de la Torre, pintor y productor musical, decidió posponer a septiembre el entierro y el funeral para que pudiera asistir el grueso de la familia.
Además de la fuerte ovación a Juan Carlos, otra de las anécdotas de la jornada la ha protagonizado la emérita Sofía, a la salida de la misa funeral. Quizás emocionada por los aplausos y las muestras de cariño de las decenas de personas agolpadas en los alrededores del lugar, Sofía ha sufrido un pequeño tropiezo con un escalón.
Un traspiés que, afortunadamente, ha quedado en un susto, gracias a los reflejos de la madre de Felipe VI y a sus escoltas, que la han asistido para que su tropezón no terminase en caída.
Ajeno a este contratiempo de la Emérita, Juan Carlos I accedía al coche y ocupaba el puesto del copiloto. Una vez el monarca ha estado acomodado en el interior del vehículo, ha sido Sofía la que ha accedido al interior, abandonando juntos el lugar entre los aplausos de la gente.
El sepelio tuvo lugar este pasado domingo, al mediodía, en el cementerio de San Isidro de Madrid, donde sus cenizas se depositaron en el panteón familiar donde reposan los restos de sus padres, la infanta Pilar y Luis Gómez-Acebo, y su hermano Fernando.
Al entierro asistieron Felipe VI y la infanta Cristina, quienes ya coincidieron el pasado 31 de agosto en la boda de Victoria López-Quesada (27), ahijada del monarca, donde protagonizaron el primer posado juntos, en compañía de la reina Sofía y la infanta Elena, desde hace casi seis años.
El cariñoso gesto de Froilán
Tras un verano tranquilo y con un perfil bajo, en el que ambos han dejado a un lado los escándalos y polémicas que protagonizaron en el pasado, los nietos del rey Juan Carlos han destacado este pasado domingo por los gestos de cariño y cercanía que han tenido con la infanta Margarita tras el responso.
Demostrando la maravillosa relación que les une a su tía abuela, tanto Froilán como Victoria se han mostrado especialmente pendientes de la duquesa de Soria a las puertas de la iglesia, acercándose a su silla de ruedas para compartir una breve confidencia y darle dos cariñosos besos ante la orgullosa mirada de la infanta Cristina y María Zurita antes de abandonar el lugar.
Muy caballeroso, el hijo de la infanta Elena, incluso, ha besado la mano de Margarita, antes de dirigirse al coche en el que le aguardaban su tía y sus primos Miguel e Irene Urdangarin.