El príncipe Guillermo (42 años), pletórico, feliz, ha celebrado este martes, 10 de septiembre, el final del tratamiento de quimioterapia de su esposa, Kate Middleton (42), y lo calificó como una "buena noticia", aunque señaló que todavía queda "un largo camino por recorrer".
En su primera aparición pública -y en solitario- desde el anuncio de la princesa de Gales, que reveló este pasado lunes con un vídeo que había terminado su medicación para el cáncer, Guillermo ha visitado una escuela primaria en Llanelli, en el suroeste de Gales, donde ha charlado con algunos de los curiosos que se acercaron hasta el lugar y con los alumnos del centro.
"Son buenas noticias, pero todavía queda un largo camino por recorrer", dijo el primogénito del rey Carlos (75) y la malograda Lady Di a Pauline Thomas (74) según ha reportado el tabloide británico The Sun.
El príncipe de Gales ha agradecido las muestras de apoyo a Kate Middleton y también algunos de los seguidores de la Familia Real le entregaron tarjetas de felicitación dirigidas a la princesa.
Una vez en el interior del centro escolar, Guillermo ha conocido a los alumnos y asistió al Urdd Eisteddfod, un festival anual que celebra el lenguaje y la cultura galesa.
Uno de los niños, Ruby Davies, de 10 años de edad, le ha entregado al heredero al trono británico un álbum de postales escritas por los estudiantes y pulseras de la amistad para sus hijos, los príncipes George (11), Charlotte (9) y Louis (6), que Guillermo aseguró que "les iban a encantar".
Posteriormente, el príncipe de Gales se dirigió al cuartel general de la Ambulancia Aérea de Gales, situado en la misma localidad, y aseguró que echaba de menos su faceta de piloto, pues en su juventud lo hizo con helicópteros, e incluso sugirió la posibilidad de volver por un fin de semana.
En el vídeo revelado este lunes, la princesa de Gales y futura reina de todos los británicos aparecía en unas idílicas escenas familiares con Guillermo y sus tres hijos en Norfolk, ciudad ubicada al este de Inglaterra y donde vive hace tiempo. En el clip, de unos tres minutos de duración, Middleton narraba en primera persona su experiencia con el cáncer, así como su prioridad de mantenerse "libre" de la enfermedad.