Ha sido el protagonista indiscutible de esta última semana. Tras la polémica generada por sus fotografías con Bárbara Rey (74 años), el emérito Juan Carlos (86) continúa su estancia en Sanxenxo, Pontevedra, donde este miércoles, 2 de octubre, ha recibido una visita de lo más especial.
Si hace unos días era su hija, la infanta Cristina (59), quien acudía a ver a su padre hasta las tierras gallegas, ahora han sido otras personas muy especiales en la vida de Juan Carlos I las que no han dudado en hacer una visita al exmonarca.
Tras disfrutar de las regatas el pasado fin de semana en compañía de sus amigos, Juan Carlos ha disfrutado de una comida con una compañía de lo más especial. Se trata de su hermana, la infanta Margarita (85); su cuñado, Carlos Zurita; su sobrina, María Zurita (49) y el hijo de ésta, Carlos, quienes han viajado hasta el norte para reencontrarse con él.
A la salida del restaurante, el emérito ha atendido a la prensa de manera simpática y se ha mostrado sonriente después de compartir tiempo con su familia. No es la primera vez que la familia de su hermana viaja hasta el norte para disfrutar de su compañía, pero sí desde que se publicaran las imágenes que demuestran su infidelidad a la reina Sofía (85).
Por su parte, ni María Zurita ni su padre han querido desvelar ante los medios cómo han visto al monarca y, mucho menos, pronunciarse al respecto sobre la polémica que hay servida en torno a su figura.
Fue el pasado lunes 23 de septiembre cuando el emérito Juan Carlos aterrizó en Galicia para participar de nuevo en las regatas que tuvieron lugar este fin de semana en Sanxenxo. Unas regatas en las que el Bribón se alzó con la medalla de oro de 6 metros de vela. Se trata ya de la séptima visita del padre del rey Felipe VI (56) a nuestro país en lo que va de año y la decimocuarta desde que se mudó a Abu Dabi allá por el 2020.
Al igual que en otras ocasiones, el exmonarca ha intentado pasar lo más desapercibido posible y ha salido en muy pocas ocasiones de la casa de su amigo Pedro Campos, donde se hospeda cada vez que viaja a Sanxenxo.
Una visita la de la hermana del emérito y su sobrina que tiene lugar apenas unos días después de la visita de don Felipe y doña Letizia (52) a su hija, la princesa Leonor (18), a pocos kilómetros de donde se encontraba el exjefe del Estado.
Sin duda, esta reunión ha supuesto una dosis de ánimo para el Emérito, al que se ha visto de nuevo tras haber recibido por sorpresa este pasado domingo en el Real Club Náutico de Sanxenxo la primera medalla de oro que concede la Federación Gallega de Vela.