Este 12 de octubre, Día de la Fiesta Nacional, será recordado por siempre no sólo por la solemnidad del acto en sí, sino por el intenso diluvio que ha asolado la ciudad de Madrid. Una persistente lluvia que ha arreciado con fuerza desde primera hora de la mañana y que ha provocado que algunos de los magnos actos organizados para este día 12 hayan sido cancelados.
El agua no ha dado tregua y ha deslucido, en parte, este Día de la Fiesta Nacional. De entrada, ha obligado a suspender el desfile aéreo: no ha podido celebrarse finalmente, y tampoco ha podido participar la Patrulla Águila. Tampoco ha tenido lugar el tradicional salto de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire y del Espacio.
Un día, en definitiva, gris y encapotado que han vivido en primera línea, en la tribuna real, los reyes de España, Felipe VI (56 años) y Letizia (52), en compañía de la princesa de Asturias, Leonor de Borbón (18). La Familia Real, que ha llegado poco antes de las 11:00 horas a la plaza de Neptuno, ha protagonizado un momento incómodo justo cuando daba comienzo el desfile terrestre.
La lluvia, pertinaz, ha provocado que los monarcas, y alguna autoridad, hayan tenido que guarecerse y abandonar sus puestos. La reina Letizia y distintos miembros del palco se han visto obligados a moverse porque comenzaban a entrar fuertes rachas de lluvia en la tribuna.
Letizia, abrigada con una gabardina, se ha resguardado, mientras el uniforme del Rey ha quedado totalmente empapado. Por su parte, la princesa Leonor, en un momento dado, se ha acercado para hablar con su madre, que la ha recibido con un gesto de protección.
La lluvia se ha convertido en todo un aguacero en Madrid, tanto que los allí presentes apenas si han podido casi disfrutar del desfile.
Tal cantidad de agua ha entrado en la tribuna real que han retirado, con cierta urgencia, alfombras para que no se encharcasen. Pese a todo esto, el desfile terrestre ha continuado con total normalidad, demostrando, así, una gran profesionalidad y un regio sentido del deber.
Por su parte, Felipe VI ha vivido este incómodo trance hablando, en una esquina de la tribuna, con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (52), y la ministra de Defensa, Margarita Robles (67). Según se ha publicado, el Rey ha trasladado, en esa conversación, la posibilidad de suspender el desfile.
Finalmente, todo ha seguido según lo previsto. Pasada la intensidad de lluvia, el Rey se ha quedado en primer plano para presidir el desfile del 12 de octubre, junto a la princesa Leonor.
La reina Letizia ha tomado asiento en un momento dado. Conviene recordar que Letizia padece neuroma de Morton, enfermedad consistente en un pinzamiento del nervio del hueso metatarsiano que le provoca dolor e inflamación cuando está de pie sin moverse durante un tiempo prolongado.
La afección está vinculada con la metatarsalgia crónica que Letizia padece desde hace varios años, una lesión bastante común que genera molestia en la zona de apoyo de la planta del pie. Tras el término del desfile, los reyes de España, junto a Leonor, se han trasladado al Palacio Real, donde tendrá lugar la recepción de autoridades e invitados.