Las alarmas han saltado de nuevo en Marruecos después de la última aparición pública del rey Mohamed VI (61 años). Los últimos compromisos públicos del Rey han vuelto a poner sobre la mesa el delicado estado de salud que está atravesando en los últimos meses, aunque él todavía mantiene activa su escasa agenda.
La evidente pérdida de peso y su aparente fragilidad han vuelto a poner en el foco al monarca, que lleva ya 25 años en el trono alauí. Un cambio físico que no pasó desapercibido hace unos meses, durante la celebración de los Juegos Olímpicos de París.
Ahora este significativo deterioro físico ha vuelto a dar de qué hablar en el país. Cada vez tiene menos presencia en la vida pública y se mantiene alejado de las actividades dentro de la Casa Real. Quien está llamado a sustituirle es su hijo, Moulay Hassan (21), que en el último año ha dado un evidente paso al frente para ser el bastón de su padre.
El heredero al trono de Marruecos está cada vez más presente en la agenda real, pese a que las informaciones que llegan del país vecino sean escasas y no se tenga apenas constancia de todos los actos que realiza, ya sea en solitario como acompañando al monarca. Cabe recordar que son ellos los encargados de difundir sus propias noticias.
Ya ha sustituido a su padre en más de una ocasión por los problemas de salud que le han obligado a ausentarse de los compromisos reales. Mohamed VI padece una enfermedad pulmonar obstructiva crónica. En una de sus últimas apariciones públicas, volvió a demostrar el importante rol que desempeña y lo imprescindible que es para su padre.
Tal y como ha confirmado El Confidencial, la salud del Rey ha empeorado en los últimos meses. También han querido reflejar cómo se vivió desde dentro una de sus últimas apariciones: se le veía fatigado y aquejado de temblores. Tuvo que ser Moulay Hassan el que le ayudó a ponerse en pie para evitar que se tropezase con la silla. De hecho, señalan que le costó mantenerse de pie y erguido mientras se interpretaba el himno nacional.
Primero en la línea de sucesión al trono alauí, está llamado a reinar bajo el nombre de Hassan III. En estos últimos años se ha estado formando para el cargo y ya ha demostrado en más de una ocasión que está preparado para tomar las riendas.
Hace unos meses, medios locales compartían en redes sociales un vídeo recopilatorio en el que se veían algunos de los momentos que Moulay Hassan ha estado protagonizando en estos últimos años. Aquí se comprueba su evolución no solo física, también personal. Siempre se ha mostrado protocolario, serio y firme.
El heredero al trono ha estado compaginando su formación como monarca al mismo tiempo que la lucha por perseguir sus sueños. Inició los estudios en la Escuela Real del Aire y, tras ello, se inscribió en un bachillerato especializado en Técnicas Aeronáuticas de Marrakech. Siempre ha dejado claro que su sueño es ser piloto y nadie de su familia se ha opuesto a ello, pero sin anteponer esta decisión a sus quehaceres reales.
A su lado, aunque desde la sombra, se encuentra su madre Lalla Salma (46). La exmujer del monarca lleva unos años viviendo en el anonimato y alejada del foco público. Este pasado verano se dejó ver, para sorpresa de muchos, disfrutando de unas vacaciones en Mykonos junto a Moulay Hassan. Medios locales afirman que es ella el gran apoyo de su hijo en estos momentos de cambios y que ha sido la encargada de la transformación a la que se ha visto sometido. También afirman que su evolución de estilo, elegancia y madurez la ha heredado de ella.