Joaquín de Dinamarca, en el punto de mira un año después de la tormenta mediática de su hermano Federico: el motivo
- 365 días más tarde de las polémicas fotografías entre el rey de Dinamarca y Genoveva Casanova, ahora el protagonista en la monarquía danesa es otro.
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El 1 de enero de 2023, por decisión de la reina emérita Margartia II (84 años), los cuatro hijos de Joaquín (55) y Marie (48) de Dinamarca eran despojados de sus títulos de príncipes y princesa y pasaban a ser condes y condesa. En el mismo mes, un año más tarde, llegaba la abdicación de Margarita, dando paso al trono a Federico X (56).
Un reinado que venía marcado por unas fotografías del monarca con Genoveva Casanova (47) paseando por las calles de Madrid el 7 de noviembre de 2023 y al que le seguían numerosas críticas por la relación con su hermano y sus sobrinos, además de sus sonadas ausencias en actos oficiales.
Aunque tal día como ese pero hace un año, el rey Federico X era el protagonista indiscutible de la monarquía danesa tras la filtración de las comprometidas imágenes en la revista Lecturas, ahora hay otro nombre que ha conseguido arrebatarle este papel. Se trata precisamente de Joaquín de Dinamarca, el hermano del monarca y 'la otra cara de la moneda' en la Familia Real.
Tras cuatro años viviendo en París, y meses más tarde de la abdicación de Margarita II, el hijo pequeño de la reina y su mujer, Marie, se trasladaron hace unos meses a Washington. Allí, al otro lado del océano, la familia parece haber encontrado en el anonimato su mejor aliado y escasas son las ocasiones en las que sacan a relucir sus títulos reales, así como sus desplazamientos al país danés.
El pasado mes de agosto, Joaquín de Dinamarca se dejaba ver paseando muy sonriente por su tierra patria de la mano de su esposa. Lo hacían con motivo de la carrera automovilística que más disfrutan y a la que no faltan cada año. Esta visita ponía el broche final a unas largas vacaciones que habían tenido su inicio en Francia y a las que pondrían su término en Dinamarca.
Un encuentro que, lejos de quedarse una imagen de acercamiento entre Joaquín de Dinamarca con su familia, le ha pasado factura al hermano del rey Federico, pues la prensa danesa ha sacado a la luz un dato esclarecedor por el que una de sus propiedades danesas es la culpable.
La revista Se og HØR ha publicado un artículo en el que se acusa a Joaquín de Dinamarca de haber recibido un trato de favor con respecto a una de sus residencias. En concreto, se trata de un chalet con vistas al mar que adquirió en la localidad de Vedbaek con el fin de ser una casa de vacaciones.
Sin embargo, la normativa danesa obliga a que los propietarios de una casa vivan en ella, por lo menos menos, durante 180 días al año y, en caso de no hacerlo, tienen que ponerla a la venta o en alquiler. Aunque esto no parece causarle importancia al cuñado de Mary de Dinamarca, pues han alegado que su intención es disfrutar por temporadas del chalet.
De hecho, el Comité de Arquitectura y Urbanismo de Dinamarca aprobó esta solicitud y tanto Joaquín como su esposa tienen luz verde para disfrutar de su lujosa villa, algo que ha producido mucha molestia en los ciudadanos del país, pues se trata de una concesión que suele tener un periodo de validez máximo de dos años.
Ante la pregunta popular de los ciudadanos a la comisión sobre este trato de favor, la institución ha asegurado que ambos pasan mucho tiempo en Dinamarca y desempeñan funciones oficiales, aunque lo cierto es que son escasas las ocasiones en las que Joaquín y Marie de Dinamarca son vistos en actos.
Actualmente, Joaquín de Dinamarca cuenta con un importante patrimonio. Y es que, aunque de forma oficial únicamente tiene en posesión un apartamento en el palacio real de Amalienborg, lo cierto es que sigue cargando a sus espaldas con varias propiedades fruto de su matrimonio con Alexandra Manley, cuyo valor ascendería a millones de euros.
De hecho, fue su un mal movimiento en su patrimonio el que posicionó hace un tiempo a Joaquín en numerosos titulares, pues el hermano del actual rey de Dinamarca decidió vender el castillo de Schackenborg y recibió más de 100 millones de coronas danesas -cerca de ocho millones de euros. Además, en 2017 vendió una de sus parcelas dedicadas a la agricultura por más de dos millones de euros, aunque aún conserva otra de las granjas que posee en la misma región. Una venta que también fue criticada en su momento porque lo convertía en una especie de especulador inmobiliario.