Noruega y el resto del mundo se encuentra, en estos momentos, pendiente de las últimas informaciones que llegan desde el país nórdico y que tienen a Marius Borg (27 años) como protagonista. Este martes, 19 de noviembre, se conoció la nueva detención del primogénito de Mette-Marit (51), fruto de una relación anterior, por una presunta violación. 

El tercer arresto se produjo a última hora del lunes y sin comunicar a la familia, como sí había ocurrido en las anteriores ocasiones. Desde entonces, el joven ha permanecido en dependencias policiales a la espera de la decisión de la jueza, que este miércoles ha dictado prisión preventiva de una semana con prohibición de visitas.

Su abogado ha declarado que Marius Borg niega las acusaciones y ha calificado las imputaciones de error de juicio "catastrófico". La vista comenzó a las 14:00 hora local y finalizó dos horas después, pero la jueza Anne-Lene Åvangen Hødnebø no emitió su dictamen hasta pasadas las 22:00 horas.

Según la televisión pública NRK, la Policía usó como prueba grabaciones encontradas en el teléfono de Høiby. En ambos casos se trata de relaciones sexuales sin penetración, informó la Fiscalía, que había pedido dos semanas de prisión.

"El motivo de que hayamos pedido dos semanas es que hemos descubierto otra violación anoche. Es un caso de relación sexual sin coito con una mujer incapaz de resistirse al acto. Estamos investigando dos casos de violación", ha asegurado el fiscal Andreas Kruszewski al término de la vista.

En todo momento, el hijo de la futura reina de Noruega ha negado los hechos, así como su abogado. Sin embargo, las informaciones a las que ha tenido acceso la Policía ponen contra las cuerdas a Marius Borg y a su entorno más cercano. A primera hora de este miércoles, 20 de noviembre, se ha conocido lo que los investigadores han encontrado en su móvil personal. 

En este dispositivo, la Policía ha hallado vídeos que acreditan la violación sexual, tal y como informa el portal Nrk. Pero no es la única información que se ha hecho pública en estas últimas horas. El citado medio, presente en sede jucial y que ha tenido acceso a los principales protagonistas de la jornada, recoge que esta misma mañana han descubierto una nueva violación. Por tanto, ya son dos en las que se habría visto implicado y que estarían siendo investigadas. 

Por este mismo motivo, la policía de Oslo, con Andreas Kruszewski como portavoz, ha pedido que Marius Borg permanezca entre rejas durante dos semanas para evitar la destrucción de pruebas y poder continuar con la investigación. Por el momento, ya hay cinco mujeres y un hombre como víctimas del caso que afecta directamente a la Casa Real noruega. 

Al primogénito de Mette-Marit se le acusa de lesiones, daños, amenazas, abusos y ahora de violación. Cada nueva información que ve la luz pone contra las cuerdas a todos los miembros de la familia real, que han intentado permanecer alejados de la polémica.

Para la sesión de este miércoles, tanto Marius Borg como su abogado han solicitado que esta fuese a puerta abierta y con la presencia de la prensa, ya que entendían que esto le podía beneficiar. Sin embargo, el juzgado ha decidido finalmente hacerlo a puerta cerrada y, con ello, la información que se ha ido sabiendo ha ido cayendo a cuenta gotas. 

Sí que se sabe que ha declarado ante la jueza, pero, no ha trascendido lo que allí se ha dicho más que lo que su defensa ha explicado ante los medios de comunicación. 

Tal y como ha informado el medio nórdico Dagbladet, una de las presuntas violaciones tuvo lugar en la residencia del joven, situada dentro de la propiedad real de Skaugum, el pasado mes de septiembre. Cabe recordar que en esta fecha ya se habían producido dos de las tres detenciones por agredir a su expareja y por saltarse la orden de alejamiento que pesa sobre él. 

Ahora todos los esfuerzos de los investigadores se están centrando en continuar recuperando información clave para este caso y ver si pueden existir otras víctimas. En el otro lado de la balanza, se encuentra la defensa que está haciendo todo lo posible para demostrar la inocencia del hermano de Ingrid de Noruega (20), futura reina del país. De hecho, han calificado el sistema judicial como "defectuoso".