El pasado 18 de noviembre, Marius Borg Høiby (27 años), hijo de la princesa Mette-Marit de Noruega (51), fue arrestado por tercera vez, acusado de haber agredido sexualmente a una joven de 20 años. Tan solo dos días después, la policía de Oslo, con Andreas Kruszewski como portavoz, pidió que el joven permaneciera entre rejas durante dos semanas para evitar la destrucción de pruebas y poder continuar con la investigación.
A la vez que iban saliendo a la luz nuevas informaciones con respecto a las polémicas protagonizadas por el primogénito de Mette-Marit, distintos miembros de la realeza nórdica aprovechaban sus compromisos profesionales para pronunciarse sobre lo ocurrido. El último en hacerlo fue heredero al trono, Haakon de Noruega (51), que aprovechaba su viaje de Estado a Jamaica el pasado 19 de noviembre en el marco de una visita oficial con la ONU para sincerarse sobre la tercera detención de su hijastro. "Hay acusaciones graves a las que ahora se enfrenta Marius. Por supuesto, pensamos en todas las víctimas", declaró Haakon al medio local Nrk.
Ahora, siete días después de la última -y más polémica- detención de Marius Borg, ha trascendido una reveladora declaración del propio rey del país, Harald de Noruega (87). Aunque no menciona directamente la polémica que protagoniza el hijo de su nuera, llama la atención que, precisamente en este momento, el monarca se pronuncie sobre la unidad familiar.
Tal y como señala el medio local Ekstra Bladet, Harald de Noruega aprovechó su cena con representantes del parlamento el pasado domingo, 24 de noviembre, para hablar de los suyos. Eso sí, en términos generales y manteniéndose ajeno al caso Marius Borg.
"Somos un equipo que trabaja bien en conjunto. Una familia, con alegrías y desafíos que todos nosotros sabemos que podemos afrontar. Tanto en los momentos buenos como en los difíciles tratamos de permanecer unidos y apoyarnos mutuamente. Estamos agradecidos por toda la calidez y el cuidado que nos han mostrado a lo largo de este año especial y exigente, desde que tuve que regresar a casa en febrero por baja por enfermedad", señaló el soberano.
Aunque Harald no mencionó durante la ceremonia el nombre de Marius de forma directa, lo cierto es que sus declaraciones dejaban entrever que la propia Casa Real era consciente de todo la polémica a la que se había visto sometida por los escándalos del joven. "A veces la vida es simplemente muy difícil. Es algo que todos pueden experimentar, incluida nuestra familia. Cuando las personas por las que estamos felices no están bien, duele a quienes los rodean", aseveró el monarca.
"Hacemos todo lo posible para cuidarnos los unos a los otros. Esta noche enviamos nuestro pensamiento cálido a todos los que están sufriendo en estos momentos", finalizó el rey Harald de Noruega, sin nombrar directamente a ningún miembro de la Familia Real nórdica.
Un año convulso
Aunque en las últimas semanas la Corona nórdica se ha visto salpicada por los escándalos de Marius Borg, lo cierto es que este 2024, el Rey ha tenido que lidiar con otros problemas. En su caso, tal y como recordó el pasado domingo, algún bache de salud.
Más allá de la fibrosis pulmonar crónica que sufre la princesa Mette-Marit -por la que ha tenido que permanecer alejada de varios compromisos oficiales-, el rey Harald de Noruega comenzó el año de la peor forma posible, pues tuvo que permanecer varios días ingresado en el hospital, donde le implantaron un marcapasos. Finalmente, tras 55 días -cerca de dos meses- retirado de todo tipo de compromiso oficial, Harald de Noruega regresaba al frente de la monarquía a finales del mes de abril.