El príncipe Andrés (64 años), hermano del rey Carlos III del Reino Unido (76), ha asegurado este pasado viernes, 13 de diciembre, haber cesado "todo contacto" con un colaborador estrecho chino acusado de ser un espía tras ser advertido por el Gobierno británico.
"El Duque de York siguió el consejo del Gobierno y cesó todo contacto con este individuo después de que -las autoridades- planteasen su preocupación", ha informado la oficina del Príncipe en un breve comunicado antes de hacer saltar todas las alarmas internacionales.
Asimismo, se ha especificado que Andrés había conocido a este contacto "a través de canales oficiales", y se afirma que nunca conversaron sobre "nada de una naturaleza sensible". Se trata del primer comentario público del segundo hijo varón de la fallecida Isabel II y Felipe de Edimburgo desde que se conociese el pasado jueves, 12 de diciembre, que un tribunal británico ratificó el veto de entrada al Reino Unido impuesto por el Gobierno en marzo de 2023 a este empresario chino, identificado como H6, por razones de seguridad nacional.
La Comisión Especial de Apelaciones de Inmigración, que analiza las expulsiones por motivos de seguridad, desestimó el recurso del demandante, al considerar que la entonces ministra del Interior, la conservadora Suella Braverman, actuó correctamente al prohibirle la entrada.
Durante el proceso judicial, se supo que este ciudadano chino, que tenía derecho de residencia en el Reino Unido, fue un "confidente cercano" del Duque de York, quien, tras varios escándalos, en 2019 se retiró de la vida pública.
Comunicaciones internas con un asesor de Andrés halladas en un móvil requisado a H6 cuando en 2021 fue detenido inicialmente en la frontera revelaron que fue invitado al cumpleaños del príncipe en 2020, y que éste le autorizó a actuar en su nombre con inversores en China. En una carta, el consejero real le decía que "aparte de los confidentes internos más cercanos -del duque-, usted se sitúa en la cima de un árbol en el que muchas, muchas personas querrían estar".
Este asesor también escribe: "Bajo su guía, encontramos la manera de hacer que las personas relevantes entraran y salieran de la casa en Windsor sin que nadie se diera cuenta". En otro documento que enumeraba los "principales puntos de conversación" para una llamada con Andrés, el consejero alertaba de cómo abordarle en su estado: "Es muy importante no establecer expectativas 'demasiado altas': está en una situación desesperada y se aferrará a cualquier cosa", afirmaba.
Los representantes del Ejecutivo británicos en el juicio también confesaron que H6 tenía lazos con el Departamento de Trabajo del Frente Unido, un brazo del Partido Comunista Chino encargado de operaciones de influencia, y que esto, combinado con su acceso al príncipe, suponía un peligro para el Estado.
En la resolución, el tribunal concluyó que Braverman acertó al decidir que H6 "representaba un riesgo para la seguridad nacional del Reino Unido" y que la prohibición de entrada al país fue "justificada y proporcionada".
Un portavoz del Palacio de Buckingham, sede oficial del rey Carlos III, ha declinado hacer comentarios sobre este caso y ha recordado que no actúan en nombre del Príncipe, dado que no es un miembro de la realeza en activo.