
El rey Felipe VI con la reina Sofía, en una imagen de archivo. GTRES
El significativo gesto del rey Felipe VI con la emérita Sofía tras ser ayudada a bajar las escaleras en público
El Jefe de Estado coincidió con su madre en el funeral de su primo, Fernando de Borbón y Medina, celebrado en Sevilla.
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El pasado viernes, 31 de enero, la reina Sofía (86 años) protagonizó una escena que despertó no pocos comentarios. La emérita acudía a la ceremonia de entrega del Premio Unión Europea de Patrimonio Cultural Premios Europa Nostra en Segovia, el galardón más destacado en el ámbito del patrimonio. Allí llamó la atención un detalle: necesitó ayuda para bajar las escaleras.
La escena hizo pensar que quizás pueda tener alguna dificultad que reduzca de algún modo su movilidad. Lo cierto es que, apenas unas horas después de aquella imagen tan poco habitual, su hijo, el rey Felipe VI (57), tuvo un gesto con ella que no ha pasado desapercibido.
Durante el acto, celebrado en el Real Sitio de San Ildefonso, a la reina Sofía se la vio risueña y jovial. Charló con algunos de sus acompañantes, como el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen; el alcalde del Real Sitio de San Ildefonso, Samuel Alonso, o la presidenta de Hispania Nostra, Araceli Pereda.

La reina Sofía recibió ayuda para bajar las escaleras en un acto celebrado en el Real Sitio de San Ildefonso, en Segovia, el pasado 31 de enero. GTRES
Saludó a los asistentes, así como a los premiados. Y en todo momento se mostró muy amable. Todo normal, como siempre: buen ánimo y la mejor de sus sonrisas. No parecía haber rastro alguno de una posible molestia física. Eso sí, lo cierto es que cumplirá 87 años el próximo 2 de noviembre. Y aunque siempre ha gozado de un excelente estado de salud, cualquier pequeño cambio en su aspecto físico -y, en este caso, sus andares-, es objeto de un minucioso análisis.
Finalizado su compromiso de agenda, la reina emérita subía al coche oficial para poner rumbo al Palacio de la Zarzuela. De ahí partió poco después hacia Sevilla, donde coincidió con sus tres hijos: el rey Felipe, la infanta Elena (61), la infanta Cristina (59).
El motivo del reencuentro vespertino con sus hijos no era otro que el funeral de Fernando de Borbón, fallecido el pasado 5 de enero. Fernando, exdirectivo de Endesa, era hijo de Alfonso de Borbón y Pérez del Pulgar, fallecido en 2007, y de Inés Medina y Atienza. Dicho de otro modo: era sobrino en segundo grado del rey don Juan Carlos, y por tanto, primo tercero del monarca y sus hermanas.
Al salir de la misa funeral, oficiada en la iglesia de la Magdalena de la capital hispalense, la reina emérita se despidió de los asistentes, entre los que se encontraba una de sus sobrinas, Simoneta Gómez-Acebo. La reina Letizia (52), por cierto, no hizo acto de presencia. Mientras se sucedían los besos y adioses a las puertas del templo, el rey Felipe aguardaba paciente a que su madre terminara para acompañarla hasta el vehículo que esperaba por la soberana.

El rey Felipe y su madre, durante los Premios Princesa de Asturias 2024. GTRES
Como suele hacer siempre que se reúne con su madre, Felipe VI caminó con su progenitora hasta el lugar donde estaba el coche oficial sin dejar de cogerla del brazo en todo momento. Un gesto que desvela el cariño y la preocupación por ella. El mismo cariño que el pueblo sevillano mostró a los miembros de la Familia Real. Tal y como desliza El Diario de Sevilla, en las inmediaciones de la iglesia se escucharon vítores al rey y a su madre, como "adiós, Reina", "viva el Rey" o "que vivas muchos años".
Valga como apunte que, en dicha misa, la reina Sofía no mostró señal de que necesitara ayuda para caminar. El hecho de que su hijo se prestara a acompañar sus pasos formaba parte, simplemente, de la cortesía habitual que el rey, ojito derecho de su madre, tiene con ella.