Alina Varela
Publicada

Una vez más, las intimidades del clan Windsor vuelven a ser objeto de debate público. Un nuevo libro destapa lo que sucede en el seno de la Familia Real británica. En esta ocasión es Tom Quinn, experto en realeza, quien, tras entrevistar a varios exempleados de palacio, revela cómo viven, sienten y padecen los royals en Yes Ma'am: The Secret Life of Royal Servants.

La obra sale a la venta el próximo 18 de febrero y la prensa británica ha arrojado ya algunos adelantos. Ninguno deja indiferente. En ellos se detalla, entre otros asuntos, cómo el Príncipe Andrés (64 años) trata a los empleados de puertas para adentro. O cómo es la verdadera personalidad del rey Carlos III (76) en las distancias cortas. "Es irritable y exigente", dice.

Un fragmento del libro describe al soberano de Inglaterra como un hombre con "mal carácter", tan habituado a dar órdenes como a tenerlo todo servido en bandeja. "El rey Carlos le confesó una vez a un miembro de su personal que, si creces con gente que hace todo por ti, te invade una mentalidad de terror permanente de que, si tuvieras que hacerlo tú mismo, estarías completamente perdido. Dijo: 'Es el único beneficio de ser príncipe de Gales (como lo era Carlos en aquel entonces) las 24 horas del día y los 7 días de la semana'", recoge el escrito.

Carlos III y Camila, frente al castillo de Windsor en una imagen de archivo. Gtres

Las anécdotas sobre el rey Carlos III son numerosas. Por ejemplo, sigue al pie de la letra las estrictas rutinas de Buckingham. "Hay que lustrar los zapatos, dejar los trajes planchados y elegir las corbatas el día anterior", mientras que los baños deben "realizarse exactamente a la misma hora todos los días", detalla el autor.

Carlos III y Guillermo, "exigentes"

Según el preciso retrato que hace Quinn de Carlos III, este es propenso a los cabreos espontáneos. Al parecer, si quiere algo, tiene que conseguirlo de inmediato. Una cualidad que también tendría su hijo mayor, el príncipe Guillermo (42). "Sobre todo si las cosas no se hacen como a ellos les gusta. Ambos se irritan muy rápido", sostiene en el libro un exmiembro del personal de palacio. 

El relato hace recordar un episodio que se hizo viral y que tuvo lugar en septiembre de 2022. Un recién proclamado Carlos III realizó su primer viaje a Irlanda del Norte como rey y tuvo un arranque con una de sus asistentes. El soberano se disponía a firmar el libro de visitas del castillo de Hillsborough. Primero se equivocó con la fecha, luego tuvo que rectificar. Y, para colmo de sus males, se manchó la mano de tinta. En aquel instante salió a flote su enfado y su irritabilidad: "¡No puedo soportar esta maldita cosa! Es un momento apestoso". La anécdota cuadra bastante con las escenas 'domésticas" que recoge Quinn en su libro.

Volviendo al libro... Padre e hijo "son muy exigentes" y si no están conformes con una situación no tienen problema alguno en hacerlo saber a sus trabajadores: "Les sale de manera natural". Una personalidad que tiende tanto a la tiranía y el mal carácter como el príncipe Andrés (64). 

El príncipe Andrés de Inglaterra, en una imagen de archivo. GTRES

Lo que se cuenta sobre Andrés de Inglaterra no lo deja en muy buen lugar. Según el autor, este llegó a despedir a un miembro de su personal porque "no podía soportar un insoportable lunar en su cara". Con otro empleado hijo algo parecido, esta vez porque "llevaba una corbata de nailon".

El Príncipe Andrés, "un matón"

"Andrés siempre se comportó como si estuviera frustrado por no ser el primogénito y, por lo tanto, destinado a convertirse en Rey. Esta frustración lo convirtió en un poco abusivo en privado, creo". Son las declaraciones de un exempleado del duque de York en el libro. Al parecer, sus subordinados lo consideraban un "mandón". "Tendía a actuar como un clásico matón escolar", sentencia el escrito.

"Si le agradaba un miembro de su personal, podía ser muy leal y comprensivo, pero no podía resistirse a ser imperioso, mandón y de mal carácter si algo salía mal o no se hacía exactamente como a él le gustaba", desliza uno de los sirvientes de Andrés.

Harry y Meghan, en una imagen de archivo. GTRES

Una imagen mucho más amable es la que se muestra sobre el Príncipe Harry (40)."Es uno de los tipos más agradables y fáciles de tratar”, destaca un exmiembro del personal de palacio. Según él, antes de mudarse a California, en Estados Unidos era "propenso a sufrir arrebatos de irritación".

Meghan, "modernizadora"

Según explica el autor de libro, su mujer, Meghan Markle (43), cambió radicalmente las cosas a su llegada a la Familia Real británica. "Era una modernizadora por naturaleza. Era alguien que quería hacer las cosas y cambiar el status quo. De hecho, era muy buena para persuadir a algunos miembros del personal, incluso a los más jóvenes, para que se pusieran de su lado".

Al referirse a la personalidad de la estadounidense, otra fuente le explicó a Quinn lo incómoda que esta se sentía en sus primeras reuniones en Kensington: "Estaba tan segura de sí misma que se notaba que quería dirigir la reunión en lugar de aprender sobre la familia real".

Esta misma fuente sostiene que la actriz estaba convencida de que podría cambiar las cosas: "Creo que esto fue típico de lo que sucedió durante su estancia en el Palacio de Kensington y luego en Windsor. Ella creía firmemente en agarrar al toro por los cuernos, excepto que la familia real no es realmente un toro".

Camilla, "Cruella de Vil"

En el exhaustivo repaso de Quinn se hace referencia también a otros miembros de la saga, como Camilla (77). Según el personal doméstico, a la Reina Consorte nunca le han gustado las normas estrictas ni el protocolo, auntos que considera "tonterías". 

La reina Camilla, en una imagen de archivo. Gtres GTRES

El libro revela también que los príncipes Guillermo y Harry se referían en privado a la mujer de su padre como "Cruella de Vil", en referencia a la villana de 101 dálmatas. Pero este no era su único mote: también se referían a ella como "Lady Macbeth" o  "la Bruja del Oeste".

En solo cinco días se podrá conocer el contenido íntegro de este libro que promete ofrecer nuevos y sorprendentes titulares sobre la Familia Real británica.