¿Quién sabe si volverá a disfrutar de la playa, como ya hizo en 2009? Lo que se sabe es que Beyoncé (34) se vuelve a alojar en el Hotel Arts, su establecimiento fetiche en Barcelona, donde ha dormido las últimas tres veces que ha actuado en la ciudad. Fue precisamente desde este hotel desde donde la diva salió en mayo de 2009, después de actuar, y caminó por el paseo Marítimo hasta uno de los locales de moda de la ciudad, donde se tomó algo con su marido, el también músico Jay Z (46). Una suite en este hotel, por cierto, roza los 10.000 euros la noche.
Todo lujo es poco para alguien que mueve millones a cada gesto. Este miércoles Queen B saldrá al escenario del Estadio Olímpico de Montjuïc ante 46.000 personas. Y aunque a medio gas por las vacaciones veraniegas, la ciudad espera otro golpe de efecto de la cantante. Si en 2009 paseó por la ciudad con su marido, en 2014, su siguiente visita, sus más cercanas colaboradoras dieron una masterclass abierta al público.
Fueron Kimmie Gee y Denee B., dos de las mejores bailarinas del equipo de Beyoncé. Ambas dieron un taller a 211 alumnos de la escuela de Cocó Comín, en el paseo Manuel Girona, y agotaron plazas en pocas horas, dejando a unas mil personas en lista de espera. Lo habíamos dicho, mueve millones.
El concierto de este miércoles forma parte de The Formation World Tour y es su única parada en España. El domingo pasado actuó en Bruselas después de haber visitado media Europa, como Londres, Manchester, Ámsterdam y Milán. La cantante aprovecha que acaba de publicar su último álbum, Lemonade, para presentarlo ante sus fans. Y para ello salta a un espectacular escenario diseñado por ella misma, con pantallas gigantes, cintas andadoras y hasta una piscina de 7.500 litros de agua.
Quien haya pasado por la montaña de Barcelona durante estos días habrá visto que ya son muchos los jóvenes –y no tan jóvenes- que duermen a las afueras del estadio para poder estar en las primeras filas y ver de cerca a su diva.
Lemonade es la última demostración de Beyoncé de que es mucho más que un ídolo de juventud. Con cada trabajo demuestra que va más allá de eso y con este último ha logrado fans hasta en la bancada más hipster. Ha contado con colaboraciones como la Kendrick Lamar, The Weeknd y Jack White, artistas de música negra valorados y aplaudidos por todos, lo que ha ayudado a que sus 12 temas entraran en los oídos de los aficionados más reacios a la diva. Además, el álbum es una mezcla de crítica al establishment político, todavía racista y clasista, dice ella, y un alegato feminista que descarga en parte contra su marido, a quien incluso acusa de infiel, según quien interprete las letras.
Beyoncé será un terremoto sobre el escenario, nadie lo duda, como tampoco nadie duda que puede remover los cimientos de la ciudad. El Ayuntamiento de Barcelona ya ha tenido que modificar algunos servicios para adaptarse al impacto que supone la cantidad de seguidores de la cantante. Así, entre otras cosas, se ofrece un servicio lanzadera que va del estadio a la plaza España (la más cercana y céntrica) de manera ininterrumpida. Hay que tener en cuenta que no sólo habrá barceloneses en el concierto; se han fletados autobuses desde Bilbao, Zaragoza, Logroño, Madrid y una decena más de ciudades. A ver qué sorpresa nos tiene guardada en esta ocasión...