La belleza afroamericana llega a la veterana edad de los 50 con una figura que ya quisieran muchas veinteañeras. A pesar de encontrarse soltera actualmente tras su ruptura con el actor Olivier Martínez el pasado mes de octubre, seguro que no le costará volver a verse inmersa en otra historia de amor, ya que su atractivo aún está lejos de apagarse.

Precisamente los rasgos que la hacen tan exótica son herencia de dos padres de distinta étnia. Su madre, Judith, descendía de ingleses, era de piel blanca que en combinación con el tono afroamericano de su marido nació un precioso bebé color canela al que llamaron María Halle Berry. La actriz siempre reivindica sus dos características ante los que se obcecan en denominarla despectivamente como "negra" cuando está orgullosa tanto de su raza europea como de la afro.

Pero en 2002 calló todas las bocas que la discriminaban por su tono de piel cuando ganó el ansiado Premio Óscar convirtiéndose en la primera afroamericana en hacerse con el galardón. Aunque antes de meterse en el mundo del cine su belleza racial ya conquistaba al mundo. En 1986, quedó en segundo puesto en el certamen de Miss USA en el que representaba al condado de Ohio. También viajó a Londres para desfilar ante los jueces y poder coronarse como la más bella del mundo, pero aunque no lo logró su presencia deslumbró a los magnates de la moda y del gremio del espectáculo.

'Chica Bond' y heroína felina

Sus inicios más destacados fueron en las películas como El último boy scout, en el que actuó junto a Bruce Willis, o en Boomerang junto a Eddie Murphy. Aunque con Los Picapiedra, en la que tocó la comedia, empezó a explotar también su físico. Pero sin duda los papeles que más han hecho destacar a la actriz son los de temática de acción.

El hecho de ser galardonada con un Oscar le abrió las puertas de las súperproducciones de Hollywood. Quién no recuerda su sensual salida del mar cual sirena en el film Muere otro día de la saga James Bond. Halle Berry entró en el honorífico club de las mujeres del agente 007, un título al que solo pueden acceder las bellezas más sexys del celuloide cinematográfico.

En el film con Pierce Brosnan tenía un papel secundario, pero 2 años después llegó a sus manos el guion de Catwoman para dar vida a la protagonista. Con el disfraz de cuero negro de la gata súper heroína se convirtió en la primera persona en interpretar a un personaje de Marvel, pero su trabajo no caló en el público y menos aún en los expertos en cine. Fue 'ganadora' de un premio Razzie - se conceden a las peores interpretaciones - que ella misma fue a recoger a la gala demostrando así su sentido del humor y sus ganas de quitar hierro al asunto.

Con el paso de los años la actriz ha ido ganando experiencia tanto en el éxito como en las derrotas, pero siempre ha tenido el cariño del público gracias a su carácter risueño y su reivindicación constante de que en el cine no solo vale una cara bonito sino que detrás debe haber una mujer que lucha, se esfuerza y pisa fuerte por demostrar su valía. Toda una mujer de raza.