Un gran susto. Es lo que se llevaron los pasajeros que el lunes a las diez de la noche se encontraban en el interior del avión privado propiedad del futbolista Cristiano Ronaldo (31 años). Al intentar tomar tierra en el aeropuerto del Prat (Barcelona), el tren de aterrizaje se partió y la aeronave se salió de la pista.
Como consecuencia del percance, la pista tuvo que ser cerrada para poder trasladar el avión a un hangar para su posterior reparación, algo que no llegó a perturbar el buen funcionamiento del aeropuerto al contar con dos pistas más, tal y como han confirmado fuentes de AENA del Prat en conversación con El Español, que han apuntado a "problemas hidráulicos" como la causa fundamental del siniestro.
Desde el aeropuerto han confirmado además que la compañía que en ese momento se encargaba del vuelo era Executive Airlines. Hay que tener en cuenta que en ocasiones los aviones privados se alquilan para uso y disfrute de aquellos que puedan costearlo.
Afortunadamente ninguno de los presentes resultó herido. Ni siquiera el propio Cristiano Ronaldo. Entre otras cosas, porque no se encontraba en el interior del avión en el momento del accidente, ya que había viajado con el resto de sus compañeros del Real Madrid hasta Dortmund para encarar el partido de Champions contra el Borussia, en el que finalmente ambos equipos empataron.
El lujoso jet pertenece al jugador desde el año pasado, cuando lo adquirió por 19 millones de euros y suele viajar en él frecuentemente con su familia y amigos. Entre sus prestaciones, se encuentran los asientos de cuero, un amplio sofá, pantallas planas de televisión y varios cuartos de baño.
La aeronave saltó a los medios cuando se conoció el malestar del presidente blanco, Florentino Pérez (69), ante los constantes viajes de Ronaldo a Marruecos, donde disfrutaba de fiestas con sus amigos, unas juergas de apenas unas horas. Fue entonces cuando se supo que el avión despegaba cuatro días a a la semana a las 15 horas desde la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz.