Eurovisión está siendo un dolor de cabeza para varios de los países que participan en él. Cuando creíamos que España era el único lugar en el que la planificación del festival estaba siendo polémica, amanecemos con una noticia desde el país anfitrión en el que las cosas están aún más difíciles que en el panorama patrio.
Jamala es la cantante que logró alzarse con la primera posición el pasado mes de mayo. La ucraniana interpretó un tema cargado de contenido político en que hablaba de los enfrentamientos entre su país y Rusia por Crimea y la expulsión de los tártaros por parte de Stalin en 1944. Con esa canción llena de reivindicaciones y críticas al poder, Jamala ganó y otorgó el 'honor' a su país de acoger el festival en su próxima celebración.
Sin embargo, algo por lo que luchan por conseguir los 24 países participantes, parece que se ha convertido en una pesadilla para los organizadores de Kiev. Según indica el diario inglés The Times, la celebración del festival está aún en duda porque se ha producido una renuncia masiva de los responsables de su organización.
Y es que mientras España se echa las manos a la cabeza por el supuesto tongo en la elección de Manel Navarro -y su corte de mangas al público- como representante eurovisivo, en el país del Este las cosas van aún peor. Nada menos que los 21 miembros del comité ucraniano son los que han decidido dejar su cargo. Anunciaron su renuncia con una misiva en la que exponen que "sus decisiones han sido completamente bloqueadas" en todo momento por el nuevo jefe del grupo.
Sin embargo, el primer ministro ucraniano, Volodymyr Groysman, ha negado que existan tales problemas: "Nada amenaza la celebración de Eurovisión". Ante las contradictorias informaciones, lo que ha pedido la organización europea encargada del festival a Ucrania es que lleve a cabo sus preparativos de forma "rápida y eficiente". Y es que las entradas para acudir de público al evento musical se pusieron a la venta el martes 14 de febrero y todavía no hay siquiera claro si existen organizadores que quieran poner en marcha el proyecto.
Mientras tanto en nuestro país, los eurofans se encuentran indignados por la forma en la que se tomó la decisión de que Manel sea el que viaje a Kiev para representar a España. Y es que el público era más partidario de que fuera su contrincante Mirela, con la que quedó empatado a votos. Fue entonces cuando entró en juego la baza del jurado. Los tres miembros que lo formaban son rostros de las radiofórmulas musicales, Javier Cárdenas, Virginia Díaz y Xavi Martínez. Sin embargo, aunque al inicio del programa se expresó que ninguno de los jurados tenía relación con los candidatos, lo cierto es que Martínez llevaba meses apostando en las redes sociales por Manel y halagando continuamente su trabajo. Eso hizo que la balanza se inquinase en dos contra uno en favor del joven en su meta hacia Eurovisión.
La repercusión de la polémica elección del español ha llegado a los eurofans internacionales que se han mostrado reacios a apoyar la candidatura patria. Así que, si hace un año España estaba entre las favoritas con Barei y aún así quedó en vigésimo segundo lugar, con los contras con los que ya viaja España con Manel, las cosas no se presentan nada fáciles para nuestro país.