Ivana Trump: "Donald se tomó el divorcio como un negocio. Tenía que ganar"
La primera esposa de Donald Trump habla de cómo criaron a sus hijos y de cómo fue el divorcio con el empresario en un libro que acaba de publicar.
13 octubre, 2017 02:21Ivana Trump (68 años), la primera esposa del Donal Trump (71), acaba de publicar un libro donde habla de cómo la cortejó el empresario, cómo criaron a sus tres hijos, Donald Jr. (39), Ivanka (35) y Eric (33); y cómo fue su divorcio.
Ivana conoció al empresario una noche de Nueva York cuando un joven Trump, que por entonces ya era un empresario con una larga fortuna a sus espaldas, se encontraba cenando con unos amigos en un restaurante de Manhatann y se acercó a Ivana intentando cortejarla e impresionarla. Al poco abandonó a sus acompañantes, pagó la factura y se marcharon de vuelta a su hotel en un Cadillac gigante. Suficiente para impresionar a una joven que se había criado bajo el telón de acero y llegaba a Estados Unidos deseosa de cumplir todos sus sueños.
Así comenzó una relación que terminó dando a Trump tres de sus cinco vástagos. En su faceta paterna, aunque era cariñoso, no era del tipo "que sale a dar un paseo y va a Central Park o a jugar al béisbol con sus hijos". Por el contrario, Trump estaba muy despegado y apenas hablaba con ellos. No fue hasta que cumplieron 18 años cuando el empresario entabló una relación con sus hijos, ya que "fue entonces cuando pudo empezar a hablar de negocios con ellos".
El primero de sus hijos fue Donald Jr., un nombre que no quedó exento de polémica, porque, como comenta la propia Ivana en su libro, el presidente no quería que se llamara como él. Cuando ella le preguntó por qué no, él dijo: "¿Qué pasa si es un perdedor?”.
Una educación muy estricta
Ser el hijo de uno de los magnates más importantes de Estados Unidos conlleva una serie de peculiaridades. Por un lado, la educación era estricta y había un gran control. En ese sentido, cada uno de los niños iba a una escuela privada diferente, lo que provocaba que el prepararse para ir al colegio fuera toda una odisea. "La logística de llevarlos allí era una pesadilla, teníamos limusinas y coches de empresa con chóferes para llevarlos", comentó Ivana.
Por otro lado, el control de los padres hacía que sus hijos no tuvieran muchos amigos. "Yo desaconsejaba los juegos en la Torre Trump (domicilio familiar), el triplex era demasiado grande y ostentoso...". El único "amigo" que podía visitar a los niños era Michael Jackson, "la única persona que tenía una invitación abierta para venir al triplex".
El divorcio fue un negocio para Trump
La familia se rompió cuando Marla Maples se metió por medio. "Esa mujer, a sabiendas, entró en la relación que tenía con mi esposo, el padre de tres niños pequeños, trabajó activamente para humillarme en los medios de comunicación e indirectamente para poner a mis hijos en riesgo durante meses", afirma en su libro.
Al poco tiempo de que esto ocurriera se supo que la actriz estaba embarazada de la cuarta hija de Trump, Tiffany (23). Esta noticia decantó la balanza y obligó a Donald a casarse con ella porque "todo el mundo estaba observando" y realmente no importaba "si realmente estaba enamorado de ella".
Para ello se desarrolló una separación millonaria que fue muy duro tanto para Ivana como para sus hijos ya que Trump no tuvo piedad. "Se tomó el divorcio como si fuera un negocio y él no podía perder, tenía que ganar".
Uno de los que salieron perdiendo con este divorcio fue Donald Jr., quien se vio envuelto personalmente en la disputa. El magnate llamó al niño a su despacho, donde estuvieron conversando durante 20 minutos, y al poco después Trump salió de la oficina y le dijo a Ivana: "Eres una mala madre. Me voy a quedar con Donald Jr.".
Sin embargo, aunque en ese momento estaba furiosa, mantuvo la cabeza fría y le contestó: "Quédate con él, tengo dos hijos más que criar". Una estrategia que le salió bien ya que a los diez minutos el niño volvía a sus brazos en el ático de la Torre Trump. "Sabía que Donald no sabría qué hacer con él. Fue doloroso, pero no podía dejarme intimidar", comenta.
Truncó la primera candidatura a la presidencia de Trump
Uno de los secretos que Ivana ha desvelado en este libro es que las aspiraciones presidenciales del magnate no son algo reciente. "En la década de los ochenta Ronald Reagan envió a Donald una carta pidiéndole que fuera un candidato a la presidente", aseguró.
Sin embargo, el escándalo con Marla Maples apareció y "la prensa lo odió" (a Trump), así que los deseos del empresario se tuvieron que posponer. Ivana está segura que de no haber tenido este affair Donald podría haber llegado a la Casa Blanca.
Ofrece consejos sobre el divorcio
Ivana no ha querido que su libro se reduzca a un repaso a su vida, y algunas partes de la obra ofrecen consejos a otras mujeres que estén pasando por un divorcio. Sugiere que lo mejor es quedarse en los veintiocho años y para ello "si usted puede permitírsela (cirugía plástica) y lo desea, hágalo. ¿Por qué no?".
Este es una recomendación para su siguiente consejo: disfrutar de la vida otra vez con "amigos especiales". Ivana asegura que "la sociedad tienen una invención maravillosa" sobre los amantes de las mujeres divorciadas, y es que "ciertos amigos (que todo el mundo sabe quiénes son) son aceptados como acompañantes y solamente como acompañantes".
Pero también hay recomendaciones más elitistas, como las relacionadas con las joyas. Defiende que si una tiene complementos importantes, lo más indicado es que la propia mujer se preocupe por ellas y no delegue esta responsabilidad en otros, porque "¿Quién quiere pasar sus vacaciones esperando para entrar o salir de una caja de seguridad?".