Dos meses y cuatro muertes en el cine porno estadounidense. Todas ellas eran muy jóvenes -ninguna superaba los 35 años-, se habían convertido en un corto periodo de tiempo en estrellas de su sector y nada hacía presagiar su fatal desenlace.
Las drogas y el suicidio fueron los finales claros que decidieron tomar dos de ellas, pero en el caso del resto las extrañas circunstancias y los sinsentidos envuelven sus muertes. Todas ellas, al contrario de lo que pudiera pensarse debido a su trayectoria profesional, tenían mucha falta de autoestima y vivían con la presión continua de ser juzgadas.
Sus nombres y apellidos se convertían en alias en sus trabajos, pero en su vida personal tenían preocupaciones, miedos o falta de muestras de cariño que quedaban ocultas en sus escenas cinematográficas. Cuando se apagaban los focos su oscuridad interna era aún mayor, algo que no pudieron soportar ninguna de las cuatro.
Olivia Nova
"No teníamos constancia de que tuviera problemas". Eso es lo que ha alegado su agencia de contratación al conocer la muerte de una de sus grandes estrellas de cine este pasado domingo, 7 de enero, en extrañas circunstancias. Olivia fue hallada sin vida a los 20 años de edad en su apartamento de Las Vegas, sin rastro de que hubiera implicadas terceras personas, pero al mismo tiempo sin pruebas tampoco de que pudiera haber sido un suicidio.
Olivia Nova.
Según ha indicado su entorno a medios estadounidenses, Olivia era una joven muy agradable y dulce, que había conseguido en tiempo récord convertirse en una de las actrices de cine para adultas más aclamadas del año. Comenzó en el gremio en marzo y ya cotizaba al alza a mediados de 2017. Esa alegría profesional contrastaba con su triste vivencia personal esta primavera, ya que tuvo que hacer frente al suicidio de su novio, lo hizo con una gran dosis de heroína y solo dos días antes del cumpleaños de la joven.
Ese drama interno que acarreaba en sí misma se unía a la presión de las críticas vía redes sociales que le lanzaban usuarios anónimos y que intentaban hacerla sentir culpable del adiós de su novio. Lo que es cierto es que la actriz se sentía sola, y así lo hizo saber precisamente mediante un mensaje en Twitter donde en los días previos a Navidad pedía combatir su soledad con una llamada de algún fan para "levantarle el ánimo". Una frase que refleja la falta de felicidad con la que convivía.
Shyla Stylez
Amanda Friedman, interpretando a uno de sus personajes.
La actriz de 35 años jamás pensó que el guion de su vida acabaría así. El piso de su madre en Canadá fue el escenario de su desenlace y, tal y como ocurrió con Olivia Nova, el misterio envuelve también su muerte. Su corazón se paró mientras dormía, o al menos esa es la única información que ha trascendido.
Su nombre real era Amanda Friedman y se había tomado unos días de vacaciones en la primera semana de noviembre para visitar a su progenitora. La policía la encontró tendida en el apartamento el día 9 de ese mes.
August Ames
La historia de esta joven es de las más duras. Tenía 23 años cuando este pasado 7 de diciembre decidió quitarse la vida. Lleva tiempo siendo acosada en las redes sociales, recibiendo mensajes amenazantes y ataques directos que enturbiaban su serenidad. Todos las críticas de los usuarios se basaban en la negativa de la actriz a rodar una escena de cine porno con un actor gay.
August Ames, en una de sus fotos de redes sociales.
August explicó en sus redes sociales que únicamente lo hacía por seguridad y no por discriminación de ningún tipo. La presión de lo externo pudo con ella y tomó la trágica vía del suicidio. Así lo confirmó el auto del forense que concluyó que su muerte se debía a una asfixia por ahorcamiento.
Yuri Luv
La actriz Yuri Luv.
En el caso de esta joven de 31 años, según la información señalada por fuentes policiales, apareció rodeada de decenas de pastillas de diferentes tipos. Por este motivo, la primera causa de la muerte que se estableció fue la de sobredosis de barbitúricos.
Yurizan Beltrán, que era su auténtico nombre, fue hallada el 17 de diciembre sin vida en su casa de Los Ángeles, ciudad en la que residía y llevaba a cabo su labor profesional. Entró en el mundo del cine pornográfico en 2005 y desde 2009 no paraba de cosechar éxitos e incluso premios en diferentes categorías de su disciplina interpretativa.