La esposa del dirigente sirio, Bashar al Asad (52 años), se está sometiendo a tratamiento contra un cáncer de mama en un hospital militar de Damasco "con fuerza, confianza y fe", según ha asegurado hoy la Presidencia de Siria.
"Con fuerza, confianza y fe, Asma al-Assad (42) comienza la etapa inicial del tratamiento contra el tumor maligno que tiene en el pecho y que ha sido descubierto en una etapa temprana", aseguró la Presidencia en el Twitter.
Le han querido desear una pronta recuperación y mostrar una fotografía de Asma sentada en una silla, vestida de forma sencilla, con unos pantalones vaqueros y una camiseta, conectada a un tubo de administración intravenosa y más delgada de lo habitual.
El mandatario sirio aparece a su lado sentado en otra silla, en una sencilla y pequeña habitación de hospital, y ambos no miran directamente a la cámara, sino que están retratados de perfil y sonriéndose de forma cariñosa.
La agencia de noticias oficial siria SANA se hizo eco de la noticia y apuntó a que Asma recibe tratamiento en un hospital militar de Damasco, sin especificar cuál.
En numerosas ocasiones desde el comienzo de la guerra en Siria en 2011 se ha rumoreado que la esposa de Al Asad había abandonado el país por motivos de seguridad e, incluso, cuando estalló el conflicto se apuntó a la posibilidad de que Asma dejara a su marido porque se oponía a la violencia ejercida por su Gobierno contra el pueblo.
Sin embargo, ha permanecido junto a su esposo durante todo el conflicto y ha mostrado su apoyo al presidente en numerosos actos públicos, en los que Asma ha ofrecido la cara más humana del régimen, como en los encuentros con las familias de los "mártires" de las fuerzas gubernamentales. Asma nació en el Reino Unido y se trasladó a vivir a Damasco a finales de 2000 para casarse con Bachar, con el que tiene tres hijos.