No es ningún secreto que la vida de Georgina Rodríguez (24 años) tomó un rumbo inesperado cuando en noviembre de 2016 salieron a la luz sus primeras fotos junto a Cristiano Ronaldo (33) paseando por París, ciudad de luz, amor y lujo. El preludio de lo que vendría después. En estos casi dos años, la presencia pública de la de Jaca ha tenido lugar con cuentagotas, su voz ha permanecido muda por expreso deseo del crack del fútbol y no ha habido pasarela capaz de justificar el status de modelo que desde su agencia internacional insisten en vender.

Pero ahora todo ha cambiado. El padre de su primera hija, Alana Martina, ha firmado con uno de los clubes de fútbol más importantes del mundo y atrás han quedado La Finca de Somosaguas, el Real Madrid, y por ende, España. Con el tacón clavado en el país transalpino, Georgina Rodríguez se ha lanzado de pecho a la dolce vita italiana, donde sin titubeos se ha enfundado el 'uniforme' propio con sus correspondientes firmas a-level y con el que ha conquistado, por el momento, todo el norte del país: Turín, Milán y ahora Venecia.

Para sorpresa de mundo, el pasado miércoles, Gio hacía su aparición estelar en la 75ª edición del Festival de Cine Internacional de Venecia en una pequeña lancha desde donde saludaba a pópulo y prensa. Los presentes se preguntaban quién era la donna que ondeaba su mano derecha y repartía besos a troche y moche. Como no podía ser de otra manera, era ella: Georgina Rodríguez volvía a recurrir a una firma italiana para lucir vestido y sandalias en un evento con proyección global. De azul y corte asimétrico, Gio portaba vestido de Twinset Milano. A sus pies, sandalias plateadas de Giuseppe Zanotti. Más Italia.

"Me encantaría compartir con vosotros mi experiencia y mi llegada de hoy al Festival de Cine de Venecia" escribía en su cuenta de Instagram la mujer española más seguida de la red social de las fotos instantáneas donde atesora ya 7'2 millones de followers. Ya en el estreno de First Man, la nueva película de Ryan Gosling en la que el actor pone faz a Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la Luna, Georgina cambió de vestido y en la alfombra roja lució otro diseño de Alessandro Varisco para Twinset Milano. En esta ocasión, palabra de honor, transparencias y encajes. Se soltó la melena pero mantuvo sus sandalias fetiche.

Y puede que el ruido mediático no haya llegado hasta la Reina del Adriático. Pero mientras que Georgina se hace las 'Italias' a golpe de festival cultural donde su presencia se cuestiona, en España, determinados medios de comunicación dan luz y voz a personas que han formado parte de su pasado pre-Ronaldo. Según desvela el programa Sálvame, la vida de la familia de Rodríguez no es tan idílica como hoy lo es la suya.

"Su abuela Juana vive con dos hijos en una casa prefabricada después del terremoto de Lorca del año 2011. Lleva siete años viviendo allí en unas condiciones bastante duras", informa Sergi Ferré, reportero del programa vespertino de Telecinco. "Se sienten abandonados. Para Georgina su abuela era una segunda madre. Ya tiene 82 años y está muy enferma", han deslizado. Los habitantes de Lorca han declarado que "alguna vez le han pedido dinero a Georgina y entonces ella deja de llamar. Se ha desentendido".

Además, según el programa de La Fábrica de la Tele, a los problemas personales de la familia de Gio, se suma uno fundamental. Su abuela tenía contraída una deuda de alrededor de 3.000 euros que acabó con la pérdida de su casa. "Se vio con una deuda y perdió una casa llena de recuerdos". Y no sería este la única piedra en el zapato de lujo Georgina sino que además se habla del delicado estado de salud de su padre, ingresado en un hospital de Buenos Aires sin haber recibido hasta la fecha la visita de su hija.

El pasado viernes, Jesús, hermano de Ana María, madre de Georgina, intervenía en el programa presentado por Nuria Marín y aclaraba que él nunca le ha pedido nada a Georgina y que vive con su madre cobrando una paga de apenas 800 euros. A su lado, Juana, su progenitora y abuela materna de la novia de Cristiano. "No conozco a mi bisnieta. La vi 'chiquitica' en una foto que mandó. Pero solo le deseo a Dios que el padre, la madre y la niña sigan bien. Ivana y su madre también. Cada vez que me acuesto le rezo y a los demás, que no nos olvide", sentenciaba su abuela. En respuesta automática, Georgina, desde su exilio deluxe y en el mismo tono religioso posteaba una imagen de los diez mandamientos de la ley de Dios, entre otros, "no codiciarás los bienes ajenos". 

Para desgracia de la joven nacida en Argentina, este es solo el primer goteo de informaciones con ella como protagonista de una turbulenta historia de atañe delicada situación de precariedad de su familia. Se espera que en los próximos días se siga dando voz a personas de su pasado anónimo, dispuestos a desvelar su cara más oscura. 

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