Heidi Klum (46 años) ha vuelto a demostrar que es la reina de los disfraces de Halloween. La modelo celebraba este año la vigésima edición de su popular fiesta y, para la ocasión, decidía convertirse en una aterradora criatura cíborg, enfundándose un complejo atuendo de silicona para el que ha necesitado diez horas de trabajo.
El largo proceso de caracterización se realizaba en el escaparate de una céntrica librería de Manhattan, por lo que miles de curiosos tuvieron el privilegio de ser testigos de cómo la modelo iba transformando su escultural figura a base de prótesis, maquillaje y complementos.
Los casi siete millones de seguidores de Klum en Instagram también fueron partícipes del proceso, pues la maniquí no paró de compartir fotografías y vídeos de cada delicado paso que el equipo de estilistas, maquilladores y peluqueros iban realizando para conseguir el impresionante resultado final.
Tras la minuciosa preparación, a Heidi Klum le quedaban fuerzas para dirigirse hacia el hotel Moxy de Nueva York y volver a deslumbrar en la que ya es la fiesta de Halloween más esperada del mundo de las celebrities. La modelo llegaba al evento junto a su chico, el guitarrista Tom Kaulitz (30), convertido en un astronauta zombie. Ambos aparecían en cuarentena dentro de una cápsula transparente que acababa abriéndose ante la atenta mirada de cientos de curiosos, periodistas y fotógrafos que esperaban la entrada triunfal de la pareja, cuya puesta en escena siempre está a la altura de sus disfraces. Una vez finalizado el show a pie de calle, Klum y Kaulitz posaban en el photocall y entraban al recinto para disfrutar junto a sus amigos de una fiesta que, a juzgar por los vídeos de los asistentes, ha sido de lo más divertida pese a los terroríficos atuendos.
Además, la modelo ha conmemorado sus míticos disfraces colocando una tumba gigante sobre la que se exponían figuras caracterizadas con los atuendos que ha lucido en los años anteriores.
Heidi Klum, la indiscutible reina de Halloween
La modelo alemana lleva veinte años sorprendiendo con sus locas creaciones para ejercer de anfitriona en la popular fiesta que cada Halloween acapara la atención internacional. Se ha clonado a sí misma, ha sido un cadáver desollado, se ha metido en la piel de Jessica Rabbit y el año pasado se convertía en una realista princesa Fiona de Shrek, con carruaje en forma de cebolla incluido.
Lo cierto es que Heidi Klum se propone cada año superarse a sí misma y dejar boquiabiertos a sus seguidores con caracterizaciones dignas de cualquier gran producción de Hollywood.
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