Neverland, la mansión de Michael Jackson que nadie se atreve a comprar tras 5 años y una rebaja histórica

El 25 de junio de 2009, Michael Jackson fallecía en su mansión de Holmby Hills a 228 kilómetros de su adorado rancho Neverland, en el que tantos éxitos celebró. Este lugar debe su nombre al ensoñado País de Nunca Jamás de Peter Pan, aquel niño de 10 años creado por el escritor James Matthew Barrie y convertido en personaje Disney que no quería crecer y odiaba el mundo adulto. Con él se identificaba el artista de Thriller y por eso decidió construir su paraíso irreal en la Tierra. Pero no duró para siempre. Lo que un día fue incluso un parque de atracciones que cumplía los deseos de los más pequeños se transformó en una fuente de informaciones oscuras constantes y teñidas de sospechas de pederastia, drogas y vicios. Ese lugar ha perdido hoy toda su magia y es repudiado, y así lo atestiguan sus actuales dueños.

El famoso rancho colgó el cartel de 'Se vende' en el año 2015. En ese momento salió al mercado por una altísima cifra de 100 millones de dólares, es decir, más de 92 millones de euros. Sin embargo, tras cuatro años en venta y con publicidad constante en todos los medios de comunicación, solo acudían a visitar el rancho fans del cantante, curiosos turistas o periodista encubiertos; ningún comprador real se asomaba por allí. Ante tal situación, los dueños decidieron reducir su precio de forma drástica, hasta los 31 millones de dólares, esto es, 28,6 millones de euros; una rebaja histórica en California.

Ha pasado más de un lustro y sigue sin haber ningún interesante comprador dispuesto a hacerse con el refugio emblemático de Michael Jackson. Las acusaciones que se han vertido durante décadas sobre la figura del cantante y la oscuridad que existe detrás de un lugar pensado para el disfrute de los niños que durante un tiempo se creyó que escondía prácticas abusivas a los menores, a hecho que nadie quiera acercarse a ese enclave y menos aún tenerlo en propiedad.

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Esa sombra maldita ha logrado que pese a su belleza exterior, el lugar no irradie buenas sensaciones. Sin embargo, su estampa, su fachada, no puede ser más bella.

Neverland se extiende a lo largo y ancho de 1.300 hectáreas de terreno, que en su momento llegaron a albergar incluso un zoo y un completísimo parque de atracciones.  Está situado en Los Olivos, California, donde Jackson vivió más de 15 años. Pero desde entonces el lugar ha sufrido varios cambios aunque se mantienen intactas las construcciones en las que se alojó el rey del pop junto a sus dos hijos, Prince y Paris.

Actualmente el terreno cuenta con 22 edificios en el que reina con especial presencia la residencia principal de estilo normando. A su lado se levantan dos casas de huéspedes, un lago, una sala de cine de 50 asientos, un estudio de baile, graneros, instalaciones para el personal, dos lagunas artificiales y una línea de ferrocarril con su propia estación.

Michael Jackson celebrando el cumpleaños de su hijo Paris, junto a Prince, en Neverland.

La vivienda principal suma 1.110 metros cuadrados con seis dormitorios, piscina, zona de barbacoa, pistas de baloncesto y de tenis, y además, cuenta con dos casas para invitados de cuatro y dos dormitorios, respectivamente.

Sin embargo, hay muchos detalles que desaparecieron de la versión original de Neverland. Esto se hizo en parte por el gusto de los nuevos dueños y en parte también para que todo lo negativo y vinculado a la polémica figura de Michael Jackson quedase en el olvido de alguna forma.

De hecho, ni siquiera el nombre del rancho sigue siendo el del País de Nunca Jamás. Ahora lleva el nombre de Sycamore Valley Ranch. Tampoco se han mantenido en la finca los animales exóticos que Jackson tuvo en la propiedad, aunque todavía permanecen los recintos donde estaban enjaulados; estos recipientes podrían eliminarse y convertir el campo en viñedos, según cuentan los propios dueños.

A pesar de las ganas que tenían los propietarios de deshacerse de la finca y que cayera en manos "de otra administración", nada ha servido, ni siquiera la vía publicitaria que habían tomado de cara a los amantes de la naturaleza -ya que Neverland es un paraíso inmenso de vegetación-, para que alguien haya hecho el mínimo amago de querer comprarlo. Así que Kylie y su marido, sus todavía dueños, se han rendido y la han sacado del mercado definitivamente.

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