A orillas de Miami Beach, en la lujosa urbanización de Star Island, se ubica la 'casa de invitados' que Gloria Estefan (62 años) lleva años intentando vender. Una impresionante mansión de más de 740 metros cuadrados que, tras un lustro sin poder atraer a un comprador interesado, la cantante ha decidido rebajar el precio de venta por segunda vez, tal y como demuestra el anuncio inmobiliario al que ha tenido acceso JALEOS.
La artista cubana compró esta vivienda en 1993 para su suegra, pero tras su muerte ha sido la residencia en la que ha alojado a los amigos y familiares que acudían a visitarla, de la talla de Jennifer Lopez (50), Cher (74) y Ricky Martin (48), según detalla el Sun Sentinel. Una casa con todo tipo de lujos para que a sus huéspedes no les faltase de nada y que además se encuentra muy cerca de las otras propiedades que posee en la zona.
Hace cinco años optó por sacarla al mercado por 40 millones de dólares (36,56 millones de euros). La cantante se deshacía así de la que había sido su propiedad durante 22 años. Sus hijos ya se habían hecho mayores y vivían en sus respectivas casas; mientras que ella y su marido Emilio (67) hacía tiempo que se habían mudado a una vivienda más pequeña.
El año pasado decidió hacer la primera rebaja en el precio de venta de su mansión, hasta situarlo en 32 millones de dólares (29,24 millones de euros); y esta misma semana ha vuelto a llevar a cabo una nueva bajada hasta 27,9 millones de dólares (25,5 millones de euros), precio al que se vende actualmente. De momento parece que no ha encontrado ningún comprador interesado.
La casa que Gloria Estefan lleva un lustro intentando vender se encuentra ubicada en Star Island, una de las zonas con más glamour y más exclusivas de toda la ciudad, que ha acogido en sus mansiones a otras celebrities de la talla de Julio Iglesias (76), Madonna (61), Sylvester Stallone (73) o Naomi Campbell (49).
La propiedad es perfecta para otros famosos que quieran disfrutar de la privacidad de esta joya flotante, con vistas a la bahía de Biscayne, ya que solo se puede acceder a la zona por un puente o a bordo de un barco.
El complejo dispone de dos casas: la principal con cinco dormitorios y cuatro baños completos; y una casa de huéspedes separada llamada 'La Casita' con otras tres habitaciones, tres baños y su propio patio.
La joya es la vivienda central, diseñada siguiendo el estilo típico de Florida, con pisos de madera y mármol en los que impera el color blanco que se entremezcla con el azul de las aguas de la bahía de Biscayne, gracias a las terrazas abiertas que rodean la propiedad. La casa se divide en dos plantas, distribuidas en varias estancias entre las que destacan una sala de piano, un salón de doble altura con su chimenea, un amplio baño principal con bañera de pedestal de hierro y un cenador con cocina de verano, entre otros.
La casa de invitados cuenta, además, con un gran patio central y una galería exterior con arcos y columnas decorados con enredaderas, que le dan un toque clásico al inmueble.
Todo ello, rodeado de un frondoso jardín, repleto de árboles y vegetación con grades palmeras que rodean la propiedad y que aseguran, aún más, la privacidad dentro de la vivienda. El exterior se completa con una piscina con su jacuzzi y una zona de hamacas para poder descansar bajo el sol del que disfruta Miami gran parte del año.
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