En el año 2016, el mundo era sorprendido por una ruptura que demostraba que los amores de película no existen. El idílico matrimonio entre Angelina Jolie (45 años) y Brad Pitt (56), una pareja que consiguió traspasar la pantalla para enamorar a todos sus seguidores, llegaba a su fin tras más de una década de relación y sólo dos años después de su boda, con seis hijos en común.
La noticia de su divorcio colapsó toda la prensa internacional y causó una gran sorpresa por el hecho de que, hasta meses antes de conocerse la separación, la pareja jamás había mostrado resquicios ni crisis. Ahora, cuatro años después, Angelina Jolie ha roto su silencio en una entrevista para Le Figaro y ha explicado cómo fue aquel trágico momento:
"Fue un momento complicado, no reconocía en lo que me había convertido, era más pequeña, como insignificante. Sentí una tristeza profunda y real, estaba herida. Por otro lado, fue interesante volver a conectar con esta humildad e incluso esa insignificancia que sentí" han sido las palabras de la actriz.
Pero esto no es todo, la exmujer de Brad Pitt ha confesado que esa mala época vino acompañada de otros problemas: "Además de todo esto tuve algunos problemas de salud. Todas estas cosas te recuerdan la suerte que tienes de estar viva. Esta es otra lección más para transmitir a mis hijos: la idea de renovación y, sobre todo, un posible regreso a la alegría de vivir. Tengo que redescubrir la alegría", explica.
Tras romper un matrimonio tan consolidado y con hijos en común, la principal preocupación de la actriz era el bienestar de sus hijos: "Ese sin duda prevalece sobre todo. Por la mañana, me despierto mamá. Hoy, mañana otra vez y para siempre, porque una vez que te conviertes en progenitor perteneces a otros seres, ya no te perteneces por completo", confiesa.
Y es que Angelina asegura que su vida no es la misma desde que es madre: "Toda mi vida y mis elecciones condicionan la vida de mis hijos. Sus necesidades y prioridades son mi prioridad, y estoy muy atenta a cualquier cosa que pueda influir o perjudicarlos", comenta la polifacética celebrity. "Soy madre continuamente, y solo cuando están en la escuela puedo comenzar mi trabajo humanitario y político. Llamo a mi oficina, escribo editoriales para la revista Time... Una vez que todo esto termine finalmente puedo dedicarme al cine", revela.
Ahora ve la vida como un camino que explorar, aprovechando esta etapa para centrarse en su crecimiento personal: "Siempre busco la libertad y, si a veces puedo parecer atrevida, es porque realmente no elijo la prudencia o la moderación. Tengo una casa en el fondo de la selva, y nunca me he negado a ir a un territorio en conflicto. Trabajo en la ONU, colaboro con el ejército, me esfuerzo por vivir experiencias que considero necesarias para mi construcción como ser humano. Me obligo a hacer cosas que me intimidan y que a veces me asustan".
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