Cuando tu padre es uno de los hombres más ricos del mundo, sus regalos son siempre espectaculares e inalcanzables para muchos mortales. Eso es lo que le ocurre a Jennifer, una joven de 24 años, que ha tenido la suerte de nacer en el seno de una familia multimillonaria, pues es la hija de Bill Gates (64 años) y su mujer, Melinda.
El fundador de Microsoft se siente tan orgulloso de su 'pequeña' que, aprovechando que se graduaba de la carrera de Biología en la Universidad de Stanford, decidió comprarle un lujoso apartamento en el corazón de Nueva York.
La joven se instala así en la Gran Manzana gracias a su padre, que le ha comprado un pisazo de 5 millones de dólares -4,2 millones de euros al cambio- en el número 1212 de la Quinta Avenida, una de las residencias más prestigiosas de la ciudad que nunca duerme.
Según algunos expertos, el precio de la vivienda está muy por encima de lo que realmente vale su interior. No obstante, tal y como de forma humorística han apuntado algunos usuarios de redes al conocer la noticia de la compra: "Bill Gates gana esos 5 millones por cada 12,9 segundos".
El apartamento cuenta con 223 metros cuadrados con impresionantes vistas a Central Park. Posee una gran sala de estar con zona de comedor que mira hacia el oeste del famoso parque y un dormitorio principal con baño privado estilo spa.
El edificio fue construido en 1925 y diseñado por los arquitectos George y Edward Blum. Totalmente renovado en 2012, el edificio tiene un gimnasio, un salón para residentes y una sala de juegos para niños.
Hay una cocina de chef y una suite principal en esquina con ventanas de gran tamaño que dan a una vegetación que aporta privacidad pero también calma y color a un hogar de estilo nórdico. Otros detalles que incluyen el piso son los diseños de muebles de roble macizo e iluminación LED empotrada.
La luz natural es uno de los puntos más increíbles de esta vivienda. Juega con los colores blancos y madera para intensificar aún más los rayos de Sol que entran por los grandes ventanales del salón y la habitación principal.
La decoración es austera, quizá para que la joven pueda poner cuanto quiera a su antojo. Solo se ve lo imprescindible: muebles de almacenamiento, sillas, mesas y camas. Nada que sobre.
Jennifer decorará todo a su gusto, y por eso su padre ha escogido una casa neutra, en la que cualquier pincelada y estilo quede bien y agrade a su hija.
La cocina es la estancia que presenta más colores oscuros. Un marrón empolvado que aporta un toque rústico a los modernos electrodomésticos. Es muy espaciosa para una única persona y está a estrenar con todo lo necesario para desayunar, comer y cenar como una auténtica reina.
El baño es el lugar en el que la joven podrá relajarse con un baño de espuma cada vez que desee. Un ambiente totalmente blanco, con dos lavabos, luz tenue y una gran bañera rectangular que preside la estancia. Así será muy fácil recargar pilas tras un duro día de trabajo o de sesión ecuestre.
Y es que el nuevo apartamento de Jennifer en Manhattan es solo el último regalo que sus padres Bill y Melinda le han hecho a su hija mayor (también son padres de su hijo de 21 años, Rory, y su hija de 17, Phoebe). En 2018 también le compraron una granja de caballos de 5 kilómetros cuadrados en el condado de Westchester por 13 millones de euros. Cabe señalar que Jennifer es una de las mejores amazonas, habiendo competido en importantes competiciones de caballos como el Longines Global Champions Tour.
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