Antes de que el inmueble sufriese la mágica transformación, su salón principal era aburrido y tenía una única funcionalidad. En la casa moderna que es ahora, los sofás, sillones, cojines y pufs se presentan por doquier en diversas estancias, otorgando así un aire de chill out infinito que se extiende a lo largo de casi toda la mansión. Es imposible estar incómodo en el hogar de la benjamina de las Kardashian.