"Lo siento, estoy tan acostumbrada a hacer mi personaje que ahora me cuesta ser normal. Nadie sabe quién soy". Así comenzaba el documental This is Paris, en el que Paris Hilton (39 años) advertía, a continuación, que había sufrido un episodio en su infancia, que hasta la fecha no había confesado, que le había marcado para siempre. Se trataba de una historia de abusos que adelantó en ese reportaje biográfico, emitido en su canal de YouTube, por la que, ahora, ha prestado declaración.
Sucedió este lunes, 8 de febrero. La celebrity se puso ante un comité en el Capitolio del Estado de Utah, en Salt Lake City, donde se está barajando la posibilidad de aprobar una nueva ley sobre este tema. Allí revivió toda esa pesadilla que, como explicó en el documental, no había contado antes porque "cada que vez que lo intentaba, me castigaban". Hilton, que por momentos no pudo contener las lágrimas ante su audiencia, contó, paso por paso, cómo fueron los hechos que le llevaron este lunes a describirse como "una superviviente de un abuso institucional".
"Todo ocurrió hace 23 años. Entonces yo solo tenía 16 años. Una noche, dos conductores que llevaban esposas me despertaron en mi casa y me preguntaron si escogía el camino fácil o difícil. Me llevaron al aeropuerto y me separaron de todos los que conocía y amaba. Así fue cómo me llevaron al Estado de Utah", comienza para contextualizar cómo fue llevada hasta ese internado, el de la escuela Provo Canyon, donde se produjeron los abusos que, ella sostiene, provocaron que creara un personaje para poder salir adelante.
Hilton realizaba un viaje a ese pasado oscuro para poner de manifiesto que se le administraba medicación para aturdirla y abusar de ella. También que, mientras se duchaba, siempre había personal del centro mirándola: "Sentía sus ojos penetrantes mirando mi cuerpo. Entonces era solo una niña y eso me hacía sentir violada todos los días". Y añadía: "En otras ocasiones, me encerraban sin motivo en una pequeña habitación cubierta de marcas de arañazos y manchada de sangre. No tenía aseo".
"Los niños eran inmovilizados, golpeados, arrojados contra las paredes, estrangulados y sufrían abusos sexuales con regularidad. No cuento esta historia para dar pena, sino para alumbrar una realidad de lo que pasó hace tiempo y que sigue sucediendo ahora. Esta gente debería avergonzarse de sí misma", son las palabras que pronunciaba delante de ese comité de expertos con el fin de que se tomen cartas en el asunto y poder frenar este tipo de conductas.
El dolor en sus ojos
Ya en septiembre, cuando se lanzó el documental, Hilton reveló: "Hacían que la gente se quitara la ropa y entrara en una habitación durante unas 20 horas. Sentí como si me estuviera volviendo loca. Había como una camisa de fuerza, hacía frío, tenía hambre y me sentía muy sola". Unos detalles desgarradores sobre esa dura experiencia.
El pasado mes de enero, la multimillonaria rescataba unas imágenes de cuando regresó de aquel internado. "Estas fotos fueron tomadas cuando tenía 18 años, recién regresada a casa de las horribles experiencias que viví en Provo Canyon School. Puedo ver el dolor en mis ojos. Estaba tan traumatizada, que fingí que todo estaba bien, tratando de bloquear los recuerdos dolorosos", comenzaba escribiendo al lado de esas instantáneas.
"Mirando esto ahora, sé que mi yo adolescente estaría increíblemente orgullosa de la mujer que soy hoy. De que sea valiente y use mi voz para ser ejemplo y salvar a los niños de tener que soportar el abuso que yo, y tantos otros, hemos tenido que pasar", remataba en una especie de adelanto de lo que iba a realizar al testificar para que esa ley que frene este tipo de atropellos sea una realidad en el estado en el que ella tanto sufrió.
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