A ninguno de los fervientes millones de seguidores del cantante Luis Miguel (51 años) le es indiferente el nombre de Diego Boneta (30). Es actor, tiene 30 años y es de nacionalidad mexicana. Ha rodado alrededor de 18 películas y 12 series de televisión, así como lanzado al mercado canciones, discos y sencillos. Si no se añade nada más, probablemente tendría solo el alcance y la fama que ese trabajo le granjeara, que no es poca, pero Boneta ha ido más allá: además de todo lo anterior, es el actor que está interpretando a Luis Miguel en la serie sobre su vida, Luis Miguel: la serie, emitida en Netflix.
No se puede negar que 2018, año en que se emitió la primera temporada de la ficción, le cambió la vida para siempre a Diego Boneta. Que un buen día lo llamaran para interpretar a uno de los cantantes más conocidos a nivel internacional no fue baladí ni casualidad: Diego Boneta ha tenido que luchar por sus sueños desde bien pequeño porque no ha tenido, a lo largo de su vida, las puertas abiertas de par en par. Ha tocado él en ellas. Desde siempre le gustó tanto la música como la interpretación, y comenzó a expresar en casa sus inquietudes. Con 11 años quiso presentarse a un talent show mexicano, llamado Código F.A.M.A., y allá que se fue junto a sus padres.
Era su primera vez en televisión. Lo habían elegido entre 30.000 niños. Esos padres vieron que algo tenía su hijo. En ese programa, sin él saberlo, iba a comenzar su unión, por primera y temprana vez, con el cantante Luis Miguel. Comenzaron a sonar los acordes de La chica del bikini azul y Diego Boneta, olvidándose de todo, se puso a cantar ante los espectadores. Adoraba a ese cantante, sin ser consciente de cómo le cambiaría la vida muchos años después. "Siempre tuve una fascinación con él, porque creo que en muchos sentidos, no sé, tal vez yo hubiera querido tener ese talento de prodigio de niño. Aunque hoy agradezco no tenerlo porque gracias a eso tengo disciplina. Confío en la perseverancia porque es más tangible que el talento", aseguró hace un tiempo para Vanity Fair.
Sus padres, Astrid Boneta y Lauro González, entendieron de qué pasta estaba hecho su hijo y no podían nadar contracorriente. Eso sí, no se lo pusieron nada fácil. Debía prepararse, ser el mejor en lo suyo. Dejarse la piel. Así lo recuerda él: "Empecé a tomar clases de canto con un maestro que estaba a dos horas de casa. Lo hicieron a propósito para que se me quitaran las ganas. Pero después de cuatro años se dieron cuenta de que no se me pasaba". Llegaron las telenovelas a su vida, esa plataforma que tanto le sirvió. México comenzó a conocerlo gracias a productos como Rebeca. Desde entonces, su vida transitó entre la música y las series: "Trabajaba de lunes a domingo, 16 horas al día, y además tenía que estudiar. Nunca he trabajado tan duro ni volveré a hacerlo como en aquellos años. Fue una matada, pero sabía que era la única manera de conseguir lo que quería".
La familia, el núcleo duro, es clave para Diego. La relación que tiene el actor con su familia es muy estrecha. A pesar de su ocupada agenda, siempre busca tiempo para convivir con sus padres y hermanos. Su padre es ingeniero y trabaja en una compañía que desarrolla medicamentos, mientras que su madre se dedicó a criar a sus hijos hasta que hace unos años creó su propia marca de ropa, típica de México y hecha a mano. Toda su familia reside en Estados Unidos, pues es el país de origen de su madre. Por su parte, tiene dos hermanos: Natalia y Santiago, el menor de la familia.
Pronto llegaría su gran trampolín profesional: Hollywood. Año 2012, película Rock of ages. Compañero de reparto: Tom Cruise (58). El que terminaría siendo su mentor, confesor y amigo durante el rodaje. "Los dos tuvimos que aprender a tocar la guitarra para la película y él insistió en que fuéramos juntos a clase. Me contaba historias de sus filmes con Paul Newman y Dustin Hoffman (83) porque él vio una similitud entre nosotros: los dos aprendimos trabajando". Nunca olvidará el consejo que le dio Cruise: "Me dijo, 'Diego, es muy importante tener una relación de respeto con la prensa'. El público te va a respetar más si lo que se conoce de ti es tu trabajo y no con quién sales".
Aprendió mucho de aquella época, también lo malo. "Me sentí extremadamente solo. Pensé que iba a tener más apoyo de actores latinos en Los Ángeles. Pasa algo con los mexicanos: el peor enemigo de un mexicano es otro mexicano. Somos más envidiosos que en otras culturas. En mi caso no fue solo que no recibí apoyo, recibí más bien rechazo de mis compatriotas", recordó en la citada publicación. Y añadió: "Hollywood es como entrar a una tienda con todos los dulces que quieres, es muy fácil perderte ahí. Si haces una película exitosa, todas las puertas se te abren. La fiesta, las mujeres, el pasarlo bien se convierte en una prioridad y no el trabajo".
Siguió trabajando y llegó la serie, en mayúsculas, para Diego Boneta. Se cerraba el círculo que creó aquel niño de 11 años. "En un cien por ciento me cambió. En todo, no solo a nivel latinoamérica, sino también en Hollywood. Curiosamente, al ser una serie en español, tuvo un éxito tremendo en Estados Unidos, y eso te habla del poder que tiene el mercado latino en la industria de Hollywood", aseguró para Cosas. Le vino más fama y popularidad: " Ya no puedo caminar tranquilo por la calle, pero no me molesta. Créeme que prefiero eso a lo opuesto".
Casualidades de la vida, Boneta y Luis Miguel comparten raíces españolas. No en vano, la abuela materna de Diego, llamada Lola, es de Murcia y tras contraer matrimonio con un puertorriqueño, que estudiaba en España, se mudó con él a América. Allí tuvieron a sus tres hijos. Tiempo después, los padres de Diego, Lauro y Astrid, siguieron también aquella estela y abandonaron Ciudad de México rumbo a Los Ángeles velando por el futuro de Boneta y sus dos hermanos. "Si mi familia no se hubiese mudado conmigo a Los Ángeles, yo ahora no estaría aquí. Ellos han sido mi ancla durante todos estos años, especialmente los tres primeros", ha asegurado en alguna ocasión.
Mientras que Luis Miguel sí sufrió la presión profesional de su padre, Luisito Real, Diego no. Así lo confesó: "Mis padres siempre se negaron a convertirse en mis mánagers, y eso que les insistí mucho, pero contestaban: 'Puedes despedir a tus mánagers, pero no puedes despedir a tus papás'". Con el tiempo, su madre, Astrid, se encarga de los negocios de Boneta. Ella, alta ejecutiva, gestiona las finanzas de su hijo. Recientemente, Diego Boneta ha explicado los grandes sacrificios que ha tenido que hacer para transformarse en Luis Miguel. No ha sido un camino fácil la caracterización. Por un lado, tuvo que perder 10 kilos, someterse y varias sesiones de bronceado. "No tienen idea de la cantidad de veces que me quemé las nalgas bronceándome. Eso sí fue bastante doloroso", ha asegurado.
Gracias al maquillaje prostético, el actor representó al cantante de mayor y menor edad, dependiendo de las necesidades de la narrativa de la serie. En una entrevista para Milenio, aseguró qué aspecto del físico de Luis Miguel le costó más asemejar: "En primer lugar, el diente, que pensé que iba a ser algo mucho más fácil viendo los efectos especiales que hay en todas estas películas", dijo sobre la peculiar separación de los dientes frontales que caracterizó a Luis Miguel en sus inicios. "Fue un rollo que se hiciera. Llegó un punto en el que, literal, me limaron y me pusieron una resina negra, como el pegamento que te ponen para que se te peguen los brackets. Lo tuve permanente durante toda la serie", sostuvo.
Y añadió: "Hicimos como 10 pruebas, pero me veía como Austin Powers, con los dientes raros, parecía un disfraz, y para mí era muy importante que no fuera una parodia, que no fuera un disfraz, sino que realmente sintieran que estaban viendo a Luis Miguel". Más allá de lo profesional, Diego Boneta también vive un dulce momento sentimental. Está enamorado. Su pareja es la actriz mexicana Renata Notni. Hace un tiempo que se venía rumoreando por la prensa mexicana que Diego y Renata podrían estar juntos, sobre todo después de pillarlos los paparazzis en el aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Al igual que Diego Boneta, Renata Notni, de 26 años, es actriz y lleva años desarrollando su carrera interpretativa.
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