Boris Johnson (56 años) y Carrie Symonds (33) quisieron jugar al despiste tanto con la prensa como con sus allegados para que no se filtrase la fecha real de su boda. La pareja se casó en secreto este sábado, pese a que se conoció que la cita nupcial se estableció para julio del año que viene. Ni siquiera sus invitados lo sabían, los más íntimos se enteraron menos de un día antes del enlace y solo acudieron una treintena de familiares y amigos.
Para tal especial cita, la novia escogió un vestido de corte boho, con encaje y bordados que está a la venta por 2.870 libras, lo que equivale a 3338,65 euros. Se trata de una creación del diseñador griego Christos Costarellos que crea moda de lujo. Sin embargo, Carrie no quiso pagar dicha cantidad para lucirlo solamente un día, así que decidió alquilarlo vía MyWardrobeHQ y solo pagó por él 45 libras, esto es, 52 euros, tal y como desvela The Sun.
En las redes sociales oficiales de Costarellos se puede leer la descripción del traje: "Este vestido está hecho a mano con hileras de tenue tul marfil hilado con abundante seda. Los adornos de celosía y los apliques de encaje con cordones 'Kopaneli' cortados a mano son firmas del taller y están tejidos con patrones griegos tradicionales", se indica.
El vestido de novia será devuelto, por tanto, este lunes, 31 de mayo. Además, la pareja disfrutará de un breve descanso de dos días junto al mar antes de que el primer ministro vuelva a trabajar este martes, según afirman los expertos.
Pese a que hace tan solo unos días se anunció oficialmente la fecha de su enlace matrimonial para el 30 de julio de 2022, y se solicitó a sus allegados que guardaran ese día en sus agendas, Boris y Carrie ya son marido y mujer. Se dieron el 'Sí, quiero' en la catedral católica de Westminster, en Londres. La novia caminó por el pasillo de la iglesia al mismo tiempo que sonaba una música clásica.
The Mail on Sunday explica que asistieron a la boda treinta invitados -el máximo permitido actualmente por la pandemia-, entre ellos el padre del novio, Stanley Johnson, y sus hermanos Leo, Jo y Rachel, sin que se sepa si estuvieron presentes los hijos mayores del primer ministro. Una vez en el altar, Boris y Carrie intercambiaron sus votos ante el sacerdote Daniel Humphreys, que fue el que bautizó a su hijo en común, Wilfred, en la misma catedral el pasado otoño.
La ceremonia tuvo carácter religioso, pese a que Johnson está divorciado dos veces. Las personas que pudieron ver este enlace deslizan que Symonds se mostró "extremendamente feliz" y el primer ministro estaba "muy guapo" y no apartaba sus ojos de los de su prometida. Al parecer, el ya matrimonio habría estado pergeñando su enlace en la más estricta intimidad y tan solo un número muy reducido de personas conocía sus intenciones reales.
[Más información: Boris Johnson y Carrie Symonds se casan en secreto: todos los detalles de su discreta boda]