Con su futuro en el aire, Messi cruzó el Atlántico para desconectar del ajetreado escenario profesional en el que se encuentra sumido. Y no le han faltado rincones donde hacerlo en esta vivienda. Uno de ellos es este porche con suelo de madera sobre el que se disponen unas tumbonas desde la que puede apreciar el mar en calma o vigilar a los niños mientras se bañan en la piscina.
Tras esta estancia, la familia ha regresado a España, donde se encuentra disfrutando de sus habituales días de descanso junto a su compañero del Barça Luis Suárez en las paradisiacas playas de Ibiza.